Vino
24/04/2020, 17:14
Fri, 24 Apr 2020 17:14:00 +0200
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Los inventos, por grandes o pequeños que sean, son el resultado de la solución a un problema. Un ejemplo de ello es el sencillo Post-it, que nació porque Arthur Fry, trabajador del departamento de desarrollo de productos de la compañía 3M, estaba harto de que se le cayeran los papelitos con los que señalaba las lecturas en su libro de cánticos que llevaba cada sábado al coro de la iglesia presbiteriana a la que pertenecía. Un día, a Fry se le vino a la cabeza durante un sermón un pegamento lábil que había sintetizado años atrás un colega de 3M, Spencer Silver, que investigaba un adhesivo muy fuerte para usar en industria aeroespacial. El nacimiento del Coravin, un artilugio que extrae vino de la botella sin sacar el corcho y que salvaguarda durante años el líquido restante de verse afectado por la oxidación, nació de la misma manera: solucionando un problema. En concreto, las discusiones sobre qué botella de vino abrir que tenían el inventor del Coravin Greg Lambrecht, aficionado al blanco, y su mujer, amante de los tintos. "Empecé a pensar que tenía que haber una forma de beber cualquiera de mis botellas, en el momento en que yo quisiera, sin pensar en qué momento voy a volver a beberlas", asegura en una entrevista para Status.