Redactor elEconomista.es/Evasión

Tenerife ha sido el lugar elegido para disfrutar de Innato, el primer restaurante nudista de España que ha abierto sus puertas este mes de enero. Tony de Leonardis, su creador, ha concedido una entrevista a Evasión donde explica tanto el carácter naturista de su establecimiento como su lado más erótico.

Josef Ajram hizo con solo 18 años su primera operación de bolsa y su vida cambió. Lo siguiente fue dejar la carrera, tomarse la Bolsa como su trabajo y ganar una fortuna. El resultado, cuenta el propio Josef Ajram en una entrevista exclusiva a Evasión, han sido 17 años de trabajo en lo que le gusta, un matrimonio feliz y una maravillosa hija. "Yo ya soy lo que quería ser de mayor (...) sería injusto mirar más arriba", sentencia Ajram.

La personalidad, la distinción, la belleza o incluso la sensualidad que trasmite un reloj en la muñeca de un hombre o una mujer no es capaz de trasmitirla ni el último de los smartwatches, ni siquiera el de Apple. Aunque la compañía fundada por el difunto Steve Jobs ha conseguido que su manzanita mordida sea símbolo de modernidad, tendencia o creatividad; la tecnología hasta la fecha no ha convencido al mundo de la moda. Y menos al diseño de relojes.

A pesar de que la fría, tenebrosa y espiritual noche de Todos los Santos se acerca, el sol dice que no, que no se va. Las altas temperaturas que vive el país han provocado que el conocido veranillo de San Miguel se convierta en una estación del año más, el Veroño. Así que mientras el sol aguante, vale la pena hacer un último recorrido por aquellas playas que merecen ser visitadas. Atención: lleve comida para animales, le hará falta.

Desde hace no se sabe cuánto, el asturiano cachopo se ha convertido en gastronomía gourmet a la que hipsters, snobs y demás fauna foodie se ha apuntado. Y esto explica que esta receta de aprovechamiento haya sido invadida con mucha petulancia por una ternera de calidad, quesos más elaborados y hasta una deliciosa cecina de León. Por ello hay que decirlo ya: el cachopo ni es tradicional, ni es gourmet.

Seguro que ya ha llegado a su oído la palabra Hygge. Y si no, pronto lo hará. Y es que está de moda porque atesora, dicen, el secreto de la felicidad de los daneses, los ciudadanos de ese país tan rico llamado Dinamarca y que por tercera vez ha sido nombrado como el más feliz del mundo por el Informe 2016 sobre la Felicidad Mundial, que se realiza desde 2012.

Sí, es un tema peliagudo. Sin fruta escarchada el roscón no es roscón, pero con ella el dulce oficial del día de Reyes se convierte en un campo de minas -en tono plastidecor- donde la meta es evitarlas, o quitarlas con la pulcritud de un Tedax. ¿Qué son? ¿De dónde han venido? ¿Por qué tienen ese color? Y lo más importante, ¿por qué la gente se las come?

La ginebra ya no sirve para limpiar la barra del bar de Paco. Los gin-tonic son desde hace bastante tiempo la bebida de moda, y España es el tercer país del mundo donde más gin-tonic se consume y donde la producción de ginebra nacional ha aumentado un 20%, según el ranking International Wine & Spirit Research. Puerto de Indias es una de esas ginebras que contribuye con mucho éxito a ese dato y la responsable de la introducción en el exclusivo mundo del  gin a los que no les gusta la ginebra, ni la tónica ni nada que tenga que ver con la complejidad del sabor amargo.

Mientras esté celebrando su ñoño y romántico día de San Valentín -con cojín de corazón con brazitos incluido-, un selecto grupo de mujeres atractivas estará al mando de una de las fiestas sexuales más elitistas del mundo y que organiza este sábado en Madrid la compañía británica Killing Kittens. Una orgía VIP donde la mujer manda, el hombre obedece y "no hay nadie feo", asegura Laura Pérez, responsable de comunicación de la compañía, en una entrevista exclusiva a Evasión.

Me comprometí -como el resto- a no revelar ningún dato sustancioso de lo que vi, probé u olí en la que fue mi primera orgía (de élite) y que celebró la compañía británica Killing Kittens el sábado en Madrid. Naturalidad, curiosidad, experiencia y cierta frialdad fueron las claves de una fiesta de San Valentín diferente donde la ansiada orgía tardó en llegar pero cumplió: había más de 15 en esa habitación, más del doble si contamos el reflejo de los espejos en techo y pared.