Los periodistas y analistas políticos llevamos unos cuantos días tratando de adivinar cómo será la reunión del próximo lunes entre el presidente Pedro Sánchez y el president Quim Torra en La Moncloa. Las relaciones institucionales llevan demasiado tiempo rotas y, pese a que las palabras y las acciones que llegan desde Cataluña ayudan poco a normalizar la situación, hace bien el jefe del Ejecutivo en explorar el diálogo y la buena voluntad como herramientas de convicción, por mucho que pensemos que será inútil lograr resultado alguno. Sólo con comprender que este paso del día 9 habría sido casi imposible con Rajoy en la presidencia se puede concluir algo positivo sobre la utilidad del cambio de Gobierno.