Firmas

Media legislatura para un cambio de país

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso. Foto: EFE

Tres semanas de desarrollo parlamentario y ejecutivo del nuevo Gobierno nos han servido para adivinar cómo será el limitado mandato del presidente Pedro Sánchez hasta que en la primavera de 2020 convoque elecciones. La nueva mayoría parlamentaria nacida en la moción de censura, socialistas junto a Unidos Podemos y nacionalistas, va a protagonizar el desarrollo de las disposiciones que el Gobierno lleve al Parlamento. No podrá hacer todo lo que quisiera, pero tampoco dejará de legislar en aspectos clave de la vida pública del país, como pronto se podrá comprobar con la convalidación del primer decreto aprobado por el Ejecutivo.

Con 84 escaños sosteniendo al Gobierno, la práctica demostrará que las alianzas más o menos estables van a marcar estos dos años, la primordial de ellas con Unidos Podemos en el Congreso.

Pablo Iglesias le ha planteado a Sánchez veinte medidas imprescindibles para ser su socio preferente durante el resto de legislatura. Dos partidos y dos dirigentes antaño enfrentados por sus perfiles personales y por aspirar a parecidos electorados, encuentran ahora la forma de entenderse al menos hasta que los tambores electorales empiecen a sonar el próximo año con las municipales, autonómicas y europeas. Entonces volverán los reproches y las diferencias, pero hoy nos toca analizar esos puntos comunes que van a explorar porque de ellos dependerá lo fructífera que pueda ser esta segunda mitad de legislatura.

El PSOE tendrá casi imposible sacar adelante algunas exigencias de Podemos

Buena parte de las exigencias de Podemos al PSOE tendrán un coste probablemente inasumible en estos tiempos de recuperación aún matizable de las cuentas públicas. Blindar la revalorización de las pensiones a la subida del IPC, eliminar los copagos sanitarios (que no son sanitarios sino farmacéuticos), y una ley de rentas garantizadas son objeticos que no están todos ellos a la vez al alcance del presidente. Alguno podrá ser realidad por separado (copago), pero poco más.

Varios capítulos son directamente imposibles: recuperar el dinero del rescate bancario o cerrar los CIE son reclamaciones propagandísticas pero vacías de contenido que no llegarán a plantearse siquiera. Serán esa cuota de ideas para un buen titular, pero poco más. Una parte de las propuestas suenan magníficamente vistas desde la izquierda en la oposición, pero rara vez se ponen en práctica cuando se llega al Gobierno: la reforma electoral, la reducción de la jornada laboral, la ley de igualdad retributiva o el freno a los alquileres abusivos con una intervención directa en el libre mercado.

Y hay una serie de posibilidades finales que sí pueden estar sobre la mesa y salir adelante con la nueva mayoría articulada en torno a Pedro Sánchez y el PSOE: igualdad en los permisos de paternidad y maternidad, derogación de los aspectos más polémicos de la ley de Seguridad Ciudadana, subida del salario mínimo a mil euros o la derogación del impuesto a la producción energética privada. En estos capítulos se debe poner el foco durante los próximos 24 meses de actividad política que marcarán lo que ocurra en España en el primer lustro de la próxima década.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky