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Feijóo: el verdadero error de cálculo de Rajoy

  • Hay que remontarse al aciago año 2016 para entender lo ocurrido
Alberto Núñez Feijóo, anunciado este lunes su renuncia a liderar el PP. Foto: EFE

La retirada de Alberto Núñez Feijóo de la carrera por la sucesión de Mariano Rajoy en el PP ha dejado en shock a la primera formación política del país. Con más cartas sobre la mesa hoy que ayer, las candidaturas de María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría unidas al resto de candidatos anunciados, lo cierto es que la noticia que ha conmocionado al partido de centro derecha español no la esperaba nadie... Aunque era previsible si repasamos los hechos recientes de estas siglas que han gobernado hasta hace tres semanas en España.

Hay que remontarse al aciago año 2016 para encontrar la verdadera causa de la decisión del presidente gallego. La pírrica victoria de Rajoy en diciembre anterior abrió un escenario lamentable de bloqueo, que se resolvió con la convocatoria de nuevas elecciones el siguiente verano. Feijóo sabía que aquel era su momento.

La legislatura en Galicia tocaba a su fin, su compromiso con los ciudadanos que le otorgaron la mayoría terminaba y el presidente en funciones no era capaz de articular otra mayoría suficiente para gobernar. No voy a decir que el gallego esperaba el ofrecimiento, pero creo que sí pensó que el relevo tenía que ser en la candidatura electoral a las generales del 26 de junio.

Al no producirse, Feijóo convocó elecciones coincidiendo con las vascas, y asumió un nuevo compromiso con su tierra que ahora no va a traicionar. El gran error de Rajoy en estos últimos años de su presidencia no fue dimitir aquella tarde de jueves, ni convocar elecciones anticipadas para evitar la moción de censura. Su gran error de cálculo fue no dar el paso atrás en el momento exacto y desaprovechar así la capacidad política de su heredero, que ahora jamás lo será.

Feijóo sabe con total certeza que el PP no podrá gobernar de nuevo en España si no logra mayoría absoluta

Hay otros factores. Feijóo sabe con total certeza que el PP no podrá gobernar de nuevo en España si no logra mayoría absoluta. Esa figura democrática tan denostada, la mayoría absoluta, volverá de un lado o del otro cuando pasen los efluvios de la actual política de fragmentación que está imposibilitando tantas cosas, aunque permita otras muchas. Sabe que no es diputado y tendría en su labor de oposición un hándicap que Pedro Sánchez ha sabido vencer gracias a una carambola política que nunca ocurriría a favor del Partido Popular.

Feijóo sabe que en los próximos meses, los adversarios políticos, mediáticos y civiles del partido al que representa en Galicia van a seguir explotando todas aquellas armas que han servido para desalojarles del poder: si hubiera sido él triunfador del congreso extraordinario, por su pasado al lado de Rajoy; si fuera Cospedal, porque estaba allí cuando ocurrió todo; si es Casado, porque las titulaciones universitarias sospechosas deben hundir la carrera de algunos; si es Margallo por su radicalismo en una España nueva que ha pasado la anterior pantalla; si fuera García Hernandez o Bayo, por motivos sobrevenidos aún desconocidos.

Y siendo conocedor de esta situación en la que el PP camina en contra de una marea que avanza en sentido contrario al suyo, Feijóo cree que su momento ya pasó, que fue instantáneo y fugaz pero que el viento se lo llevó en 2016, como ahora se ha llevado tantas cosas en esta primavera implacable que tantas cosas ha cambiado en este país.

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