La inflación general de la eurozona volvió a desacelerar en junio. El índice de precios al consumo (IPC) descendió hasta el 5,5% interanual frente al 6,1% de mayo, dejando aún más atrás el máximo histórico del 10,6% el pasado noviembre, según los datos publicados este viernes por Eurostat en su estimación preliminar. Es la lectura más baja desde la de enero de 2022 (justo antes de empezar la guerra de Ucrania), cuando fue del 5,1%. Sin embargo, la inflación subyacente (en este caso excluyendo la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco) ha repuntado del 5,3% al 5,4%. Aunque es algo menos de lo esperado por los analistas, el dato evidencia el enquistamiento de la inflación subyacente que tanto preocupa a un Banco Central Europeo (BCE), que con estos datos parece que no alterará su senda de endurecimiento.

Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.