
El éxito económico de Polonia parece casi incuestionable. El PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (PPA) se ha multiplicado casi por seis desde 1990, la tasa de paro se ha hundido a mínimos históricos y la economía del país ha sufrido una modernización intensa que incluye pasos como la reciente apuesta por la energía nuclear. Pero lo que es mejor, todo ello ha sucedido sin que se haya producido una pérdida notable de competitividad de los bienes y servicios polacos. Polonia exporta cada vez más y mejor pese al incremento relativo de sus costes laborales.
La renta per cápita de Polonia en 1991 suponía un 28,5% de la renta per cápita alemana en paridad de poder adquisitivo. En 2022 este porcentaje había superado el 66%. El proceso de convergencia de la economía polaca con el resto de Europa ha sido espectacular. Existe una vasta literatura acerca del buen rendimiento de la economía polaca tras el fin del comunismo. El buen ritmo de convergencia se ha expuesto en diferentes notas de investigación como esta de la Comisión Europea o esta del Consejo de Europa.
Sin tener en cuenta la pandemia del covid, Polonia acumula más de 30 años de crecimiento económico sin descanso. Aunque en 2020 la economía sucumbió a la hibernación casi global de la economía, el PIB solo se contrajo un 2%, frente a la caída de países como España que superó el 10%. El éxito de Polonia reside en muchos factores que resulta casi imposible sintetizar en un solo artículo. Los analistas y varios documentos la Unión Europea y el FMI coinciden en señalar algunos factores que han contribuido a este éxito:
-Las profundas reformas estructurales a principios de la década de 1990, que eliminaron la mayor parte de las ineficiencias de la entonces economía de planificación centralizada de Polonia, un legado de su pasado comunista. Esto aceleró la transformación del país hacia una economía abierta de libre mercado: esto implicó la privatización de empresas estatales, la liberalización del comercio y la inversión, y la introducción de políticas orientadas al mercado.
-Integración con la Unión Europea: la adhesión de Polonia a la Unión Europea (UE) en 2004 proporcionó acceso a un gran mercado, aumentó la inversión extranjera y facilitó el comercio con otros estados miembros de la UE. La pertenencia a la UE también trajo apoyo financiero para el desarrollo de infraestructuras y otros proyectos de inversión. Miles de millones de euros en fondos estructurales de la UE contribuyeron a la mejora de la infraestructura de Polonia y su capital humano y productivo.
-Disciplina fiscal y políticas monetarias sólidas: Polonia ha aplicado políticas fiscales prudentes, manteniendo bajos los déficits presupuestarios y reduciendo la deuda pública, que se encuentra en la actualidad en el 50% del PIB. Además, el banco central del país, el Banco Nacional de Polonia, implementó políticas monetarias efectivas para mantener la estabilidad de precios y controlar la inflación.
-La moderación salarial y un entorno empresarial relativamente estable atrajeron una considerable inversión extranjera directa. Eso, junto a la mejora del capital, ha desembocado en un modelo de crecimiento similar al de Alemania, donde las exportaciones tienen un peso notable y creciente.
Polonia se ha convertido en un país que parece estar cada vez más orientado hacia el exterior, beneficiándose de su ubicación estratégica y unos costes laborales competitivos. El país ha diversificado su base de exportaciones y ha ampliado las relaciones comerciales con países de la UE y fuera de la UE. Esto le ha hecho convertirse por derecho propio en una de las locomotoras de las exportaciones en Europa en el sentido del porcentaje del PIB propio que suponen las mismas. Repasando los datos se aprecia cómo a principios de los 2000 las exportaciones de Polonia no llegaban al 25% del PIB, mientras que ahora superan ya el 60%. Se trata de uno de los saltos más rápidos al observar la comparativa con otros socios europeos.
Aunque todavía hay países de la UE con porcentajes significativamente más altos (Luxemburgo, Holanda, Bélgica), Polonia ha adelantado en esta métrica al 'mito' exportador, Alemania (sus exportaciones rozan el 50% de su PIB). Otro tanto sucede con las exportaciones netas (restando las importaciones), que superan el 5% del PIB cuando en Alemania rondan el 2%. Aunque en términos de volumen no hay ningún tipo de color respecto a Alemania, el porcentaje del PIB propio que representan las exportaciones es una muestra significativa de la evolución del país y su modelo económico. Entrevistado por eleconomista.es, Mateusz Urban, analista de Oxford Economics especializado en Polonia, responde a algunas claves sobre esta dinámica positiva de Polonia.
¿Qué factores han contribuido al importante crecimiento de las exportaciones polacas en los últimos años?
Ha habido una confluencia de varios factores que han impulsado las exportaciones polacas en los dos últimos años. Pero antes de entrar en ellos merece la pena señalar que las exportaciones polacas -tanto en proporción al PIB como al comercio mundial- han mantenido una tendencia al alza desde mediados de los años 90. Por un lado, esto fue consecuencia de una sostenida y rápida convergencia económica con los países de Europa Occidental. A su vez, esto último se vio favorecido por la entrada constante de inversión extranjera directa (y los correspondientes conocimientos técnicos) y la adhesión a la UE en 2004, que eliminó barreras comerciales vitales y redujo los riesgos de inversión y de tipo de cambio. La posición geográfica de Polonia también ayudó, ya que permitió a las empresas de Europa Occidental trasladar parte de su producción a Polonia para aprovechar sus ventajas estructurales, como una mano de obra cualificada y relativamente más barata. Para ilustrar la magnitud del aumento basta con citar las cifras: en 2004, año en que Polonia ingresó en la UE, exportó bienes y servicios por valor de 87.000 millones de dólares. El año pasado fueron casi 430.000 millones de dólares.
En particular, la producción industrial y, por tanto, las exportaciones de Polonia están bien diversificadas, lo que la diferencia de la mayoría de sus homólogas de Europa Central y Oriental, donde se concentra en un puñado de sectores (principalmente automoción). Esto se tradujo en una mayor resiliencia en las recesiones, como durante la crisis financiera de 2007-8 o, más recientemente, durante la pandemia de covid-19 . Esta última provocó un giro de los consumidores hacia el consumo de bienes, lo que impulsó la demanda de productos que Polonia produce directa o indirectamente (pensemos en electrodomésticos, muebles, ventanas y, cada vez más, electrónica). Esto condujo a un aumento de la producción industrial, que en el primer trimestre de 2022 fue alrededor de un 20% superior a la registrada durante el máximo anterior a la pandemia.
¿Podríamos decir que Polonia se está convirtiendo en la nueva Alemania de la zona euro en el sentido de que el modelo de crecimiento es cada vez más similar al modelo alemán?
Creo que es una comparación exagerada, aunque la importancia de las exportaciones sea un tema compartido. Alemania sigue siendo una potencia de la economía europea, a pesar de sus recientes problemas. El crecimiento económico polaco, por asombroso que haya sido, sigue dependiendo en gran medida del "núcleo" de la eurozona, donde las exportaciones polacas de bienes intermedios (piezas de automóviles, motores, etc.) se exportan para ser utilizados como componentes de una producción más elevada en las cadenas de valor.
Además, el modelo de crecimiento alemán implica un superávit por cuenta corriente estructuralmente elevado. Este no es el caso de Polonia, aunque la tendencia de mejora de la balanza por cuenta corriente ha sido visible desde la crisis financiera mundial.
¿Cómo ha influido la pertenencia de Polonia a la Unión Europea en los resultados de sus exportaciones?
Ya he respondido en parte a esta pregunta. Podría añadir que, más allá de los factores anteriores, Polonia ha sido el mayor receptor neto de los fondos estructurales y de cohesión de la UE. Permitieron una transformación fundamental de las infraestructuras del país, con la construcción de una red de autopistas decente prácticamente desde cero. Esto ayudó a aprovechar la beneficiosa situación geográfica de Polonia para atraer más inversiones extranjeras que, a su vez, propiciaron un fuerte crecimiento de las exportaciones de estas empresas extranjeras.
¿Existen industrias o sectores específicos en Polonia que hayan experimentado un crecimiento especialmente fuerte de las exportaciones? En caso afirmativo, ¿cuáles son y qué factores han impulsado su éxito?
El crecimiento de las exportaciones polacas ha sido relativamente amplio, lo que demuestra la diversificación de la base industrial mencionada anteriormente. Si tuviera que destacar las industrias con más éxito, probablemente señalaría la de electrodomésticos (equipos eléctricos en sentido amplio), la industria alimentaria y los servicios. La industria alimentaria ha aumentado su cuota en el total de las exportaciones polacas hasta cerca del 12% en 2022, frente al 7% en 2005. Esto es consecuencia de la importante inversión en agricultura y en el sector de la transformación de alimentos, que ha sido posible gracias a la financiación de la UE, así como a la buena calidad de los productos y a unos precios muy competitivos.
Además, Polonia se ha convertido en uno de los principales actores mundiales en la deslocalización o casi deslocalización de servicios empresariales, con la mayoría de las grandes empresas (del sector financiero y otros) estableciendo sus centros de servicios compartidos en el país durante la última década. Esto ha provocado un auge de las exportaciones de servicios TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), que han pasado de 4.500 millones de dólares en 2004 a 37.800 millones en 2020, y una cuota que ha saltado del 5% al 13%, respectivamente. Además, debido a su mencionada ubicación central y a la proximidad con Alemania, los servicios de transporte siguen siendo también uno de los pilares de la exportación polaca (6% de cuota en 2020).
¿Se han producido cambios notables en los destinos de las exportaciones polacas? ¿Hay algún mercado emergente en el que Polonia haya tenido éxito?
Los destinos de las exportaciones polacas se han mantenido relativamente estables: Alemania representa entre el 28% y el 30% de las exportaciones totales, mientras que Chequia, Reino Unido y Francia ocupan los segundos puestos, con porcentajes del 5% al 6% cada uno. En total, las exportaciones de la UE representan el 75-80% de las exportaciones polacas. Al mismo tiempo, las agencias estatales de comercio están trabajando para mejorar las conexiones comerciales y empresariales de Polonia con países no pertenecientes a la UE, y cabe esperar que esto conduzca a un aumento gradual de la cuota de destinos de las exportaciones fuera de la UE.
¿Hasta qué punto es sostenible el ritmo actual de crecimiento de las exportaciones en Polonia? ¿Existen posibles limitaciones o vulnerabilidades que puedan afectar a los resultados futuros?
En nuestra opinión, el fuerte impulso de las exportaciones tras la pandemia no ha sido sostenible, ya que se debió al giro temporal hacia el consumo de bienes del consumidor europeo y mundial. Ahora que los bloqueos son cosa del pasado y el consumo de servicios ha repuntado con fuerza, creemos que los volúmenes de exportación se moderarán en el segundo semestre de este año. Los signos de disminución de la demanda de bienes, también frenada por el endurecimiento de la política monetaria en las economías avanzadas, ya son visibles en los datos, pues la producción industrial polaca ha caído alrededor de un 4% desde principios de año. Una vez que entremos en la fase de recuperación el año que viene, la tasa de crecimiento del volumen de exportaciones volverá a un rango más "normal" del 3-4% anual (frente a cerca del 10% anual en 2021-2022).