Mientras el gobierno no haga un esfuerzo no se lo puede pedir a la sociedad”. Son palabras de un comerciante del centro de Madrid, recogidas por un diario nacional, sobre la obligación de apagar los escaparates a las 22,00h, y que reflejan el sentir generalizado de la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles, entre indignados e impotentes ante la política económica y la voracidad fiscal de un Gobierno que ha llevado a España a liderar el aumento de la presión fiscal en la OCDE pasado del 31,3% al 36,% por ciento del PIB bajo el mandato del sanchismo gobernante, mientras persigue a las comunidades autónomas que bajan los impuestos y sigue explorando nuevas figuras impositivas.