El pronunciamiento del Tribunal Constitucional alemán (BVerfG) mediante el que paraliza el proceso de ratificación en Alemania de la creación del fondo de recuperación europeo, no es tanto un problema para poner en marcha esta nueva fuente de financiación para la recuperación y resiliencia acordada definitivamente por el Consejo Europeo del 14 de diciembre pasado, sino que allana el camino para que, en el momento en que se presenten los planes nacionales de reformas y proyectos de inversión el 30 de abril, algunos de los países más escépticos con el uso y asignación que harán los principales receptores (Italia y España) planteen sendos vetos que echen abajo todo el proceso.