Francisco Luzón, reconocido banquero de entidades como Banco Vizcaya, BBV, Argentaria o Santander, ha fallecido este miércoles a los 73 años. El economista fue una persona clave en la transformación de la banca española y latinoamericana de los últimos 30 años y fue promotor de proyectos y plataformas educativas como Universia. Estaba enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y creó la Fundación Francisco Luzón para apoyar la investigación.
Luzón nació en una familia modesta, en El Cañavate, pequeño pueblo rural de la provincia de Cuenca. Emigró a la edad de cinco años para instalarse definitivamente en Cruces, Baracaldo (Vizcaya), donde pasó su infancia con escasos recursos económicos. En 1966, según recoge la Wikipedia, inició sus estudios de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad del País Vasco, con una beca económica concedida por su excelente expediente.
La carrera profesional de economista también empezó desde abajo, en 1972, cuando accedió a un programa de formación del Banco de Vizcaya en sucursales en diferentes puntos del España. Su trabajo y visión le permitió ir escalando puestos en la institución, donde destacó su labor de transformación de varias unidades y filiales del Banco de Vizcaya como la división de banca internacional; la sucursal de Londres; el Banco de Crédito Comercial; el Banco Occidental o la Red Comercial de España del Banco, en el que, en 1987 llegó a alcanzar la posición de Consejero.
Fusión de Banco de Vizcaya y de Bilbao
En 1988, se produjo la primera fusión amistosa entre dos bancos españoles, el Banco de Vizcaya y el Banco de Bilbao, para crear una entidad con mayor capacidad empresarial, en la que participó activamente. A finales de ese año, el ministro de Economía y Hacienda Carlos Solchaga nombró a Luzón presidente del Banco Exterior de España (en sustitución de Miguel Boyer), por su experiencia en el sector, convirtiéndolo en el primer presidente de ese banco público sin vinculación al partido socialista. El economista lideró la reestructuración y modernización de la entidad, incorporando talento de la banca privada, hasta lograr una empresa competitiva.
En 1991, Luzón asumió la presidencia de la Corporación Bancaria de España, holding financiero público constituido por Banco Exterior, Caja Postal, Banco de Crédito Industrial, Banco de Crédito Local, Banco de Crédito Agrícola y Banco Hipotecario. De esta manera, lideró la fusión, reestructuración y modernización de esas seis entidades, de diferente origen y cultura, fortaleciendo el denominado Grupo Bancario Corporación Bancaria de España "Argentaria". La privatización total del holding supuso unos ingresos para el Estado desde 1993 a 1998 de 800.000 millones de pesetas, cuando su valor en el 1991 era prácticamente nulo.
Número tres de Emilio Botín
A finales de 1996 se incorpora a Banco Santander como consejero y director adjunto al presidente (Emilio Botín), posición desde la que impulsó la transformación del grupo, iniciando un cambio de la cultura de gestión que la hizo más transparente y social; así como la fusión con el Banco Central Hispano, dando lugar, en enero de 1999, al Banco Santander Central Hispano.
En su etapa en Banco Santander, Luzón llevó a cabo un nuevo hito en la banca: el impulso a la expansión de una entidad española en Latinoamérica, que convirtió abanco en ocho años (1999/2006) en la primera franquicia bancaria y financiera de la región, con importante presencia en diez países de América Latina. A través de la creación de la división América, en 1999, impulsó la compra, fusión y alineamiento de bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros públicos y privados (más de 30), consolidando una única cultura común en todas las entidades del grupo en Latinoamérica.
Casado con María Luz Gómez Zurimende y padre de tres hijos, Luzón fue además consejero del grupo textil Inditex, propietario de las cadenas de moda Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti y Bershka.
El ELA llegó tras su jubilación
Poco después de jubilarse, recibió el terrible diagnóstico. Tenia ELA, una enfermedad "perversa", así la denominaba. "No sé si hay vida después de la muerte. No me importa. Lo que sí sé es que hay vida antes de la muerte", escribió en el libro El viaje es la recompensa.
"Soy paciente de la enfermedad denominada Esclerosis Lateral Amiotrófica. En mayo de 2015 pronuncié mis últimas palabras. Mi voz no es hoy mi voz, sino la de una aplicación del teléfono móvil. No puedo hablar, pero no he callado. Desde estas páginas quiero dar voz a la situación de los enfermos de ELA en nuestro país, a pesar del inmenso dolor que siento por dentro. Mi vida ha tenido arrestos suficientes para hacer frente a desafíos y controlar mis emociones. Y quiero darle las gracias, porque sé que me quiere como yo a ella", relataba en su libro.
El título El viaje es la recompensa hacía referencia al viejo proverbio chino que tanto gustaba. "Mi objetivo final es que la sociedad conozca que la más hermosa recompensa de la vida es el "viaje", no la estación final".
La Fundación que él creó
La Fundación Francisco Luzón 'Unidos contra la ELA' ha lamentado el fallecimiento de su fundador, del que ha destacado su humanidad y la "valiosa lección sobre la vida" que ha dado en su lucha contra el ELA y en su "incansable trabajo" por conseguir que las personas afectadas tengan mejor calidad de vida y vivan dignamente.
El exbanquero "fue mucho más que sus logros y sus causas, fue una persona mucho más relevante e interesante, más humanamente poderosa, influyente y solidaria, un hombre hecho a sí mismo, con una gran autoexigencia y exigencia hacia los demás", señalan.
Diagnosticado de la ELA a principios de 2014, inició un proceso de lucha constante con el apoyo de toda su familia para concienciar a la sociedad sobre la enfermedad que le llevó a crear la fundación. "La enfermedad nunca le arrebató la sonrisa ni las ganas de vivir y puso en marcha una verdadera carrera contra los tiempos que le imponía la ELA con un único fin: ayudar a los que como él sufrían esta enfermedad, a quienes les cuidaban y a quienes podían encontrar el remedio", recuerdan.
Desde la Fundación Luzón, que ha habilitado una página web para que todos los que lo deseen puedan enviar sus condolencias, le recuerdan como una persona "inteligente" y "buena", que "ha enseñado valores tan importantes como la solidaridad, la coherencia, la insistencia, la resistencia y la resiliencia, la compasión y la autoexigencia".