La traslación de la subida de los tipos de interés del mercado al negocio hipotecario va por fases. Primero: la simple expectativa de subidas del precio del dinero en la eurozona inyectó un empuje en el euríbor que le sacó del -0,502% de diciembre pasado a entrar en zona positiva en abril por vez primera desde 2016, para escalar al 0,852% en junio. Su rally pasó casi de inmediato al escaparate de las entidades, donde las hipotecas a tipo variable han desplazado en la oferta a un tipo fijo que se ha multiplicado, además, al ritmo de la carrera del euríbor.