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La deuda pública americana ofrece una oportunidad no vista en años. La recompensa por comprar un bono con vencimiento a una década es la más alta de los últimos 16 años y el 4,47% que ofrece supera con creces el 2,7% que entrega su homólogo alemán. La Fed confirmó esta semana que todavía queda una última subida de tipos este año, y avisó de que los mantendrán altos durante más tiempo, lo que podría hacer que la rentabilidad del bono escale algo más. Pero aunque esto ocurra, y su precio baje, los cupones compensan ya esas posibles pérdidas.

Entrevista

Al margen del Banco de España, Renta 4 se ha convertido en uno de los referentes para comprar Letras. El furor por ellas ha permitido que el banco amplíe su base de clientes, y uno de los propósitos que se marcan en la gestora es que muchos de ellos se conviertan en partícipes de sus fondos. "Entiendo perfectamente que el cliente esté en Letras", explica Enrique Sánchez del Villar, al frente de la gestora desde julio, "como proceso me parece razonable, pero no es sostenible si el objetivo es obtener una rentabilidad a largo plazo".

Con una rentabilidad del 19,34%, el fondo activo de bolsa española más rentable de este año pertenece ahora a Azvalor. Tras el éxito de la gestora el año pasado, cuando su estrategia ibérica se revalorizó más de un 19% y la internacional más de un 46%, Azvalor Iberia pisa de nuevo el acelerador y adelanta a Okavango Delta, el fondo gestionado por José Ramón Iturriaga en Abante, que hasta ahora defendía el primer puesto de la clasificación que sigue la evolución de los fondos de bolsa española en los que al menos un 60% de su cartera se encuentra descorrelacionada del índice de referencia.

El abanico de opciones para conseguir rentas periódicas se ha ampliado este año, con el regreso de los bonos y de algunos depósitos. Pero también están los clásicos dividendos, que pese a la ralentización económica no han dejado de crecer. Comprar una acción puede generar rechazo en los inversores más conservadores, pero hay otra forma de conseguir esos dividendos a través de fondos que invierten en compañías con pagos elevados, y que además tienen una clase de reparto. Solo los dividendos que han repartido este tipo de productos, con una estrategia global, han generado una rentabilidad media del 2,5% en el último año, según datos de Morningstar.

Ganar la partida a la inflación subyacente, que calcula la variación de los precios sin tener en cuenta los de la energía y el de los alimentos no elaborados, está al alcance de muy pocos inversores este año. Este indicador se encuentra en el 6,1%, después de haber vivido su peor momento hace unos meses cuando se acercó peligrosamente hasta niveles del 8%. Y el arma más eficaz para protegerse de ella es la bolsa, que este año consigue rentabilidades de doble dígito a pesar de que sobrevuela una posible recesión. Solo los inversores más arriesgados baten a este indicador.

Encuesta de Fidelity entre inversores

Los inversores no están familiarizados con el concepto de transición justa, aquella que trata de ir hacia una economía con bajas emisiones de carbono de forma equitativa para todos. Esta es una de las conclusiones que se extrae de una encuesta de Fidelity que evalúa el grado de conocimiento y el interés de los inversores europeos y asiáticos sobre esta temática.

Con el inicio de curso vuelven los dividendos. El más cercano en el calendario de la bolsa española es el de Naturhouse, que llegará el próximo 25 de septiembre. Solo unos días más tarde, el 28, se prevé que Bankinter retribuya a sus accionistas y está confirmado que Ebro Foods también repartirá el suyo el 2 de octubre. Pero para recibir este último es necesario comprar sus acciones ya este mes.

Buena parte de la riqueza de los españoles se cimienta en el ladrillo, pero no en el cotizado. Las familias españolas siempre se han planteado la compra directa de inmuebles no solo como una opción para adquirir su vivienda, sino como una alternativa de inversión a los activos financieros a pesar de su menor liquidez. Los fondos inmobiliarios son otra vía para invertir en el sector sin renunciar a ella, pero en los últimos años no ha sido una buena idea a tenor de sus rentabilidades, que han sido inferiores a las del mercado. Acceda al buscador de fondos de elEconomista.es.

Los gestores no han desaprovechado la vuelta a la normalidad de la renta fija propiciada por las contundentes subidas de interés de los bancos centrales iniciadas el año pasado. Antes de que el Banco Central Europeo (BCE) diera por finalizada una década de dinero gratis, los fondos de inversión apenas invertían 32.000 millones de euros en deuda española -la cifra más baja desde, al menos, 2010-. Pero tras el primer alza de tipos, en julio del año pasado, esta partida no ha dejado de engordar a medida que crecían las rentabilidades de los bonos, y ya roza los 50.000 millones, una cantidad no vista desde el segundo trimestre de 2019, según las estadísticas que publica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El momento dulce para los fondos de inversión continúa. Encadenan 34 meses consecutivos de entradas de dinero y solo hasta agosto atraen ya casi 16.000 millones de euros, frente a los 7.400 millones que conseguían el año pasado por estas fechas. La mayoría de las suscripciones se concentran en los productos más conservadores, de renta fija, monetarios y rentabilidad objetivo, que no están precisamente entre los que más rentabilidad ofrecen. La categoría de fondos que más sube este año es la de los fondos índice, que se desmarca del resto con retornos medios del 17,9%, según los últimos datos de Inverco.