Blackstone se ha convertido en un gigante de la inversión. La firma neoyorquina arrancó su negocio hace cuatro décadas con una cartera de activos que valía menos de medio millón de dólares, lo que es hoy una cifra insignificante en comparación con el billón (trillion) de dólares que gestiona actualmente. Acaba de superar esa cifra (que equivale al 70% del PIB español), convirtiéndose así en la primera compañía de capital privado en lograrlo. Sin embargo, este acontecimiento luce menos porque llega en un momento en el que su negocio se ha ralentizado debido a la incertidumbre macroeconómica.

Carvana es una compañía estadounidense de venta de coches de segunda mano que, aunque a día de hoy no es rentable y acaba de reestructurar su deuda, ha ganado un 727,4% en bolsa en lo que va de año. La firma es solo un ejemplo de las subidas sin frenos y sin condiciones que están experimentando algunas acciones, especialmente, las tecnológicas, las 'cripto' o cotizadas conocidas como meme stock. El sentimiento alcista se ha vuelto a apoderar de las bolsas y recuerda mucho a la sobrevaloración de 2021, que acabó en desastre para los pequeños inversores que se unieron tarde a las subidas.

La promotora más endeudada del mundo, Evergrande, acaba de dar a conocer las abultadas pérdidas de sus dos últimos ejercicios, pendientes de publicar tras entrar en default a finales de 2021. Mientras China está intentando evitar a toda costa su colapso, tras casi dos años dando vueltas a un plan de reestructuración, los inversores de la firma siguen bloqueados en el impago.

Aunque la crisis bancaria en Estados Unidos se da por terminada, el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) ha dejado secuelas en un rincón del mercado crediticio. La entidad californiana tenía una quinta parte del negocio de deuda de riesgo (venture debt) en el país, por lo que su liquidación ha dejado tocada a esta financiación y a quienes recurren a ella, las startups que buscan convertirse en las empresas más innovadoras del futuro.

Un tribunal de Estados Unidos acaba de dar una alegría a las criptomonedas. El ecosistema 'cripto' y los reguladores arrastran una larga disputa sobre el lugar que ocupan estos tokens en el mercado y, anoche, un tribunal de Nueva York proporcionó algunas respuestas. Dictaminó que Ripple (XRP) no es un valor y que se puede intercambiar en las plataformas reguladas, lo que automáticamente desencadenó fuertes compras.

En unos meses, España se va a quedar sin la tasa Google tras votarse una prórroga a su prohibición en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La Hacienda española dejará de recaudar el 3% de los ingresos que gravaba a los servicios digitales de las grandes tecnológicas. En 2024, dicho impuesto se quedará en un limbo, ya que nuestro país prometió eliminarlo a finales de este año y su supresión llega sin que se haya alcanzado el acuerdo común de la OCDE en el tiempo fijado, lo que hubiera proporcionado una alternativa.

El fundador de ChatGPT, Sam Altman, quiere asegurarse de que su inteligencia artificial cuente en el futuro con energía suficiente y barata y para ello va a sacar a bolsa otra de sus empresas. El consejero delegado de OpenaAI ha anunciado que su firma nuclear Oklo se estrenará en el mercado vía SPAC junto a AltC Acquisition Corp, una compañía con propósito especial de compra del propio Altman (de la que también es CEO) y un exbanquero de Citi, Michael Klein.

El inagotable rally de las tecnológicas ha acabado superando al propio Nasdaq 100. El operador se ha visto obligado a acometer una "redistribución especial" del índice, que tendrá lugar en dos semanas, para hacer un reequilibrio de poderes. Tan solo seis tecnológicas suponen la mitad del peso del indicador tecnológico frente a las otras 94 cotizadas que comparten la otra mitad.

Los fondos de inversión llevan tiempo 'renegando' de las acciones europeas. La racha es larga y los fondos ya llevan 16 semanas deshaciendo posiciones en la renta variable del Viejo Continente. Sin embargo, la semana pasada fue la más dolorosa de todas, ya que se produjo la mayor retirada en esta clase de activos, según Bank of America (BofA). Además, ningún sector consiguió terminar con más compras que ventas, lo que refleja que el pesimismo se extiende por toda la bolsa.

La escalada de los precios en el Reino Unido está obligando al Banco de Inglaterra (BoE) a endurecer aún más su política monetaria. Esto lleva al mercado a barajar como una realidad que los tipos de interés en el Reino Unido lleguen al 6,5% en marzo del año que viene, lo que supondría fijar la referencia del precio del dinero en la región en su nivel más alto desde 1998. Y esto tiene su efecto en los costes de financiación de país.