
El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Nicolas Schmit, se muestra optimista con la reforma laboral española. No obstante, Schmit demuestra que está al corriente de la polémica relacionada con el modo en que el Ministerio de Trabajo contabiliza los trabajadores fijos discontinuos sin actividad en las listas del paro. Durante su entrevista con elEconomista.es en el Foro de Davos, el comisario matiza que "puede haber discusión sobre cómo se calculan esas cifras" de desempleo. Eso no impide a Schmit destacar "la clara mejora especialmente en términos de empleo más estable y respecto al desempleo juvenil" del mercado laboral español.
¿Qué opina Bruselas sobre el modo en que el Gobierno español contabiliza el desempleo? En concreto, sobre su fórmula para cuantificar los trabajadores fijos discontinuos sin actividad.
Había muchos desajustes en el mercado laboral español. Lo hemos visto después del Covid y antes también. Hay una gran proporción, especialmente de jóvenes, con trabajos muy precarios de corta duración. Y la reforma laboral intenta mejorar y cambiar eso. Así que cuenta con todo mi apoyo, porque precisamente en esta transformación tenemos que contar con personas cualificadas y comprometidas. Las empresas ahora quieren trabajo más estable. Lo que se ha hecho en la reforma es, en cierto modo, mantener algunos elementos de movilidad, pero también dar más estabilidad al mercado laboral, a los puestos de trabajo, y reducir la precariedad del mercado laboral. Y cuando analizo las cifras ahora, aunque puede haber discusión sobre cómo se calculan, tengo la impresión de que hay una clara mejora, en términos de empleos más estables, también en relación con el desempleo juvenil, aunque este último sigue siendo demasiado alto, obviamente. Pero tengo una visión bastante positiva de lo que se ha hecho hasta ahora. Estuve en España hace unos meses. Mantuve conversaciones con empresarios, con sindicatos y con el Gobierno. Y estas reformas se han hecho a través de un gran consenso social. No es que estas reformas hayan sido impuestas. Se han negociado y debatido con los interlocutores sociales, y cuentan con un amplio apoyo también por parte de los empresarios. En este sentido, creo que esta reforma va en la buena dirección.
¿Cómo resumiría su balance del primer año de reforma laboral?
Debe considerarse que con los fondos de recuperación y resiliencia hay mucha inversión también en España en nuevas tecnologías, la descarbonización de la economía, las energías renovables y la formación. Debo decir que estuve en el País Vasco. Me fascinó lo que se hace allí en formación profesional. Y me di cuenta de que se está haciendo un gran esfuerzo en toda España, en las otras regiones españolas con las que he estado en contacto, donde se invierte mucho en formación profesional y recapacitación para mejorar las cualificaciones en muchos sectores. Así que veo la reforma con ojos bastante positivos.
¿Qué deberes quedan pendientes en el mercado laboral español?
Siempre hay deberes que hacer. Vivimos en una época de grandes cambios y nunca se puede decir: "ahora hemos terminado nuestro trabajo". Creo que hay muchas lagunas que hay que cubrir. En España, especialmente en el sistema educativo y en el ámbito de recapacitación y mejora de las cualificaciones. Se están haciendo esfuerzos. Probablemente haya que continuarlos, quizás también actualizarlos. España no es un país absolutamente homogéneo. Algunas regiones están por delante. Así que creo que esto va en la buena dirección, pero tiene que mantenerse.
¿Cómo ve Bruselas el riesgo el alza de la inflación y su impacto en los salarios?
Tenemos que ocuparnos de esto porque?recuerdo muy bien cuando estábamos en un entorno económico inflacionista, en los 70, a principios de los 80. Tenemos que encontrar la manera de combatirla. Esto ya era así antes de la guerra y la guerra ha empeorado las presiones inflacionistas. Es un gran problema. Hay que dar con la forma equilibrada en que tratamos la inflación. Se trata no sólo de los salarios, sino también de los ingresos, de las familias vulnerables y de los sectores industriales o sectores empresariales que sufren la inflación, a los que realmente tenemos que apoyar para que sobrevivan.
¿Cómo afronta la UE la falta de personal cualificado para ciertas profesiones?
La falta de cualificación es enorme, especialmente en un periodo de gran transformación en el que las nuevas tecnologías se están desarrollando muy rápidamente. Así que necesitamos nuevas competencias o adaptar las competencias. Este será el año europeo de la capacitación, para ver cómo podemos acelerar, cómo podemos amplificar la cualificación de millones de personas en Europa. Tenemos grandes retos en grandes sectores que ocupan a millones de trabajadores europeos. Por ejemplo, el sector de la automoción, pero también las industrias de tecnología limpia. No tenemos los trabajadores con las cualificaciones adecuadas. Y esto significa que tenemos que invertir una enorme cantidad de dinero en formar a la gente, en mejorar sus conocimientos. Creo que este es el gran reto porque sin capacitación?no podemos tener?industria.
¿Cuándo llegará la ley sobre trabajadores de plataformas digitales?
España adoptó la ley de riders y los ecos que me llegan dicen que tiene resultados positivos. No es que se haya destruido el sector de las plataformas. Las plataformas continúan. No queremos abolirlas; sólo queremos que operen en un marco normal, lo que significa que tienen que respetar normas sociales básicas. En el Consejo, estuvimos bastante cerca de un compromiso. Los socios me comentan que se esforzarán por llegar a un compromiso en marzo. Soy bastante optimista y España ocupará la Presidencia europea en el segundo semestre. Estoy seguro que invertirá mucho en lograr un buen compromiso.
Relacionados
- La debilidad económica y el impacto de la subida de tipos centran el debate del Foro de Davos
- La inflación cede al 5,7% pero la subyacente en el 7% y los alimentos por las nubes deslucen la moderación
- La precariedad indefinida se dispara: el 7% de los fijos firma más de un contrato al mes
- La importancia de la transparencia en Recursos Humanos para un mercado laboral volátil