Bankinter abre la temporada de resultados de la banca en este primer semestre y lo hace con un beneficio neto que alcanzó los 1.140,3 millones de euros incluyendo la plusvalía que le generó la salida a bolsa de Línea Directa. Si se excluye este extraordinario, las ganancias netas de la entidad que preside María Dolores Dancausa alcanzaron los 244,5 millones de euros, un 124,1% superior al primer semestre de 2020, pero todavía un 2,9% por debajo del mismo periodo de 2019.

Los minoritarios de Dia podrían estar tirando de sus recuerdos de la anterior ampliación de capital y habrían decidido actuar en consecuencia. O lo que es lo mismo, vendiendo.

La consultora de comunicación Llorente y Cuenca comienza hoy su andadura en la bolsa española dentro del mercado destinado a pequeñas empresas, BME Growth. Lo hace con 25 años de andadura a sus espaldas y con cifras que avalan su trayectoria, habiendo sido capaz de duplicar su negocio cada cinco años. Y ese es el objetivo que plantean para el futuro a medio plazo. Con 109 millones de euros de capitalización en su debut, LLYC se estrena ya en cotización continua después de haber logrado 1.520 inversores en una reciente ampliación de capital por 10 millones de euros y que contó con una sobredemanda de cinco veces la oferta, y a un precio de 9,39 euros por acción.

Una vez se ha consumido ya la primera mitad del año el mercado se encuentra en disposición de afirmar que 2021 será el mejor año para las acereras europeas desde el anterior gran ciclo de las materias que concluyó abruptamente en 2007, antes de que estallara la crisis financiera. O, dicho de otro, este será el ejercicio en el que el sector toque techo en su ciclo. Y ArcelorMittal es su mayor referencia.

Dia trata de recabar entre los minoritarios un último espaldarazo a su hoja de ruta y para ello se ha propuesto multiplicar por más de cinco veces su capitalización en el mercado a través de una ampliación de capital. Pero el desplome está siendo notable desde que comenzaron a cotizar los derechos la semana pasada y roza ya el 60%.

Las principales bolsas de Europa y EEUU han empezado la semana claramente en negativo ante las crecientes preocupaciones sobre el impacto en la recuperación económica que tienen los nuevos y recurrentes brotes de Covid-19, así como las cada vez más elevadas perspectivas inflación para la economía global.

El maná que vendrá de Europa desde este mismo verano en forma de miles de millones de euros sentará los pilares de la nueva economía. España será el país que más ayudas reciba, un total de 140.000 millones de euros, divididos en dos mitades. El primero de ellos se acaba de aprobar por un importe de 69.500 millones de euros. El segundo dependerá de lo bien que haga nuestro país los deberes y comenzará a llegar a partir del año 2023. La cuestión es cómo repercutirá sobre las cotizadas españolas una inyección de dinero sin precedentes. Y los expertos coinciden en dos conclusiones: están convencidos de que será un viento a favor para el Ibex 35 en los próximos años; pero no creen que pueda llegar a cerrar el hueco que ha abierto con Europa y que es ya de 38 puntos porcentuales en los últimos cinco años, acrecentado por la pandemia.

Son malos tiempos para explicar que la recuperación del sector de aerolíneas comunitarias llegará a finales de este año teniendo en cuenta las caídas de las últimas semanas ante las consecuencias que está provocando en Europa la variante Delta. Pero así lo prevé el consenso de mercado. Los analistas creen que en el cuarto trimestre del año el conjunto de las seis firmas europeas -IAG, Air France-KLM, Lufthansa, Ryanair, easyJet y Wizz Air- operarán al 73% de su capacidad y obtendrán el 70% de los ingresos que tenían en el año 2019, justo antes de que estallara la pandemia. Es lo que recoge en un informe reciente el banco de inversión Bank of America, que se muestra más optimista que el conjunto del mercado y considera que estas dos cifras hay que elevarlas hasta el 80% de los asientos disponibles (siguiendo la ratio ASK utilizada en el sector) y obtendrán el 77% de los ingresos que lograron en el último trimestre de 2019.

Las protestas desatadas en Cuba son la última variable de una ecuación complicada para Meliá Hotels marcada por la pandemia. La cadena hotelera tiene 32 establecimientos en la isla, lo que representa un 16,8% del total de su cartera actual. De ellos, según la compañía, mantiene cerrados 9 por las restricciones derivadas de la pandemia y la falta de turismo en el país.