
Las protestas desatadas en Cuba son la última variable de una ecuación complicada para Meliá Hotels marcada por la pandemia. La cadena hotelera tiene 32 establecimientos en la isla, lo que representa un 16,8% del total de su cartera actual. De ellos, según la compañía, mantiene cerrados 9 por las restricciones derivadas de la pandemia y la falta de turismo en el país.
En lo que va de semana, la compañía que preside Gabriel Escarrer se deja un 5,1% en bolsa, aunque la situación en Cuba sea la punta del iceberg de lo que está sucediendo. En Europa, las consecuencias de la variante Delta, que se extiende como la pólvora entre la población, y principalmente el hecho de que la tasa de contagios en España -su principal mercado, con el 42,2% de las habitaciones disponibles del grupo- han hecho mella en su cotización. Nuestro país ha pasado a la lista de regiones en zona roja para la Unión Europea y gobiernos de los dos primeros países emisores de turistas, como Reino Unido y Alemania, desaconsejan de nuevo viajar a España.
"Todavía es pronto para determinar el impacto de las protestas de los ciudadanos en la isla. No obstante, creemos que a muy corto plazo las reservas a la isla se verán frenadas hasta que no haya más claridad sobre la situación. Meliá suma casi 14.000 habitaciones en la isla, todas bajo el régimen de gestión. Las habitaciones en Cuba suponen el 38% de todas las que tiene Meliá bajo gestión y un 17% del total de habitaciones", apunta Iván San Félix, analista de Renta 4. Ayer, la cotización de Meliá se hundió otro 1,6% en su tercera sesión consecutiva de caídas y perdió los 6 euros por acción por primera vez desde febrero.
La población cubana está protagonizando estos días las mayores marchas contra el régimen desde la década de 1990, lo que se conoció como el maleconazo -en relación al famoso malecón de La Habana- que se produjo durante el Periodo Especial. Otra crisis que desató la ira del pueblo cubano ante la escasez y la pobreza que, en aquel momento, se produjo tras el desmantelamiento de la URSS (Rusia sigue siendo un claro aliado del régimen castrista) y el recrudecimiento del bloqueo económico que mantiene EEUU, con altibajos, desde entonces. En esta ocasión, el detonante ha sido la crisis provocada por la pandemia. Los datos oficiales reflejan una tasa de contagios superior a las 300 personas por cada 100.000 habitantes y habrían fallecido -de nuevo, según el Gobierno- unos 1.300 cubanos. En cuanto a la vacunación, el 13,4% de la población -1,5 millones de personas- habría recibido ya alguna de las dos vacunas que está desarrollando el Gobierno, Soberana-02 y Abdala.
La situación para Meliá allí es crítica teniendo en cuenta el peso del país en su cartera hotelera. A cierre de marzo, la ocupación de las habitaciones en Cuba era del 12,1%, por debajo del 19,7% del total del grupo. A cierre de 2020 ese porcentaje fue del 33,4% y del 50,7% si se compara con 2019, año pre-pandemia. En cuanto al retorno por habitación (RevPar, para el sector) se sitúa en los 8,7 euros en marzo, la mitad que a nivel de grupo.
El turismo pierde un 3%
Cuando parecía que el verano de 2021 traería la recuperación del sector turístico consigo, la variante Delta ha puesto en jaque a las firmas europeas. Es el sector más bajista de Europa en lo que va de semana, pierde casi un 3%, y desde los máximos de junio, un 8,8%. Solo ayer el touroperador TUI se desplomó un 7%, seguido de las aerolíneas easyJet que se dejó un 4,3%, y de Deutsche Lufthansa, a la baja otro 1,8%. IAG perdió un 1,1%.