Moda
21/11/2019, 11:13
Thu, 21 Nov 2019 11:13:00 +0100
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Balenciaga está más vivo que nunca. Los más jóvenes, más incluso que los de la generación millennial, se pirran por llevar estampado su logo, sobre todo si se trata de una sneaker. Ya sea la que parece un calcetín negro con suela blanca o la que se inspira en la zapatilla de deporte que usaba el señor de los noventa para comprar el periódico (la J'Hayber puede ser una gran musa nacional), ambas han sido un rotundo éxito, con amplia réplica en el terreno de lo low cost (no cabe mejor referencia de gloria). Sin embargo, Cristóbal, el gran diseñador español, nada tiene que ver con este actual triunfo, más allá de que fue el fundador de esta firma de la que nada le pertenece, ni a sus descendientes. A pesar de ello, la conexión entre la marca y Cristóbal es más estrecha de lo que parece: el diseñador de Getaria hacía alta costura y Demma Gvasalia, director creativo de Balenciaga, ha revitalizado la firma diseñando zapatillas de deporte, pero ambos rompieron con lo establecido, hicieron arte.