Redactor de elEconomista
Política monetaria y bonos

Los bonos están volviendo a sufrir un año de caídas de precios generalizadas, y las rentabilidades a vencimiento han alcanzado máximos no vistos desde la crisis de Lehman Brothers. En un año que se esperaba positivo, las pérdidas por precio superan el 6% en el bono estadounidense a 10 años, y su rentabilidad a vencimiento está superando las expectativas de los analistas (en la renta fija, cuando un bono cae de precio, aumenta su rentabilidad, y viceversa). Para entender este caos que está viviendo el mercado es ahora clave comprender la influencia que tienen los bancos centrales, y cómo afectan a la renta fija con sus políticas.

El impacto de la guerra en el crudo

En 1973 el mercado mundial de la energía cambió y nunca volvió a ser el mismo, y el origen de esta transición, por la que los precios del petróleo jamás regresaron a los que había en aquel momento, fue la guerra entre el bloque encabezado por Egipto y Siria contra Israel. La situación geopolítica es hoy muy distinta en la región y el impacto para los mercados seguramente será muy diferente que el que se produjo entonces, pero es importante recordar los precedentes para ser conscientes de cómo puede cambiar un conflicto de estas características la situación económica mundial.

La guerra que se ha desatado en Oriente Medio tras los ataques de las milicias de Hamás a Israel ha disparado un 5% los precios del petróleo. El conflicto amenaza la 'estabilidad' de la región y ha generado el temor de que una escalada termine desembocando un deterioro de la producción de petróleo por parte de Irán y su paso por el Estrecho de Ormuz, pero hay una segunda derivada que también está pesando en los mercados: la posibilidad de que el bloque conformado por Estados Unidos e Israel lograse convencer a Arabia Saudí para volver a aumentar su producción de crudo en el marco de los acuerdos de la OPEP+, como mínimo, se ha retrasado.

¿Manipulación o mercado libre?

El pasado martes se produjo un movimiento de enorme volatilidad en el mercado de divisas, cuando el yen, después de superar la barrera de los 150 yenes por dólar, vivió un bandazo inmediato que le hizo recuperar los 147,5 yenes en apenas unos minutos. Fue un movimiento inusual, incluso para el mercado de divisas, y abrió un debate en los mercados que todavía no se ha resuelto: ¿fue el gobierno japonés quien intervino a su divisa para evitar una caída excesiva, o fueron las fuerzas del mercado quienes generaron esta reacción?

Los 150 yenes por dólar son el límite

Esta semana el yen ha vivido un movimiento tan agresivo, justo después de depreciarse hasta los 150 yenes por dólar, que ha dejado a los inversores preguntándose si las autoridades han tenido algo que ver. Los posibles responsables de la decisión (el ministerio de Finanzas y otros altos cargos de responsabilidad para la divisa) han evitado pronunciarse en ningún sentido, pero todo apunta a que la barrera de los 150 yenes es el nivel que no se va a dejar que se rompa, y que los encargados de la divisa van a defender si se ve amenazado.

Otra jornada de fuertes ventas

El dato de empleos vacantes en Estados Unidos ha sorprendido al alza y combinado con una tasa de desempleo en mínimos, ha llevado a los inversores a repetir una jornada de fuertes ventas de deuda estadounidense, ante la expectativa de que la Reserva Federal se vea obligada a mantener los tipos altos durante más tiempo de lo previsto. El título acaba de batir el 4,78%, y amenaza con cumplir los peores presagios, que lo sitúan en el 5%.

El impacto de la energía en la política monetaria

La caída de los precios que están experimentando los dos principales recursos energéticos del planeta, el petróleo y el gas natural, es un aliado de los bancos centrales de cara a conseguir alcanzar sus objetivos de inflación. La bajada que está experimentando la cotización del petróleo en las últimas semanas, que está poniendo a prueba a las previsiones que lo sitúan por encima de 100 dólares este año, junto a un gas natural que ha aguantado por debajo de 40 dólares durante el verano, favorece que los principales bancos centrales cumplan con su objetivo en el medio plazo.

Agenda semanal

En las últimas dos semanas los platos fuertes para los mercados han sido las reuniones de política monetaria, primero del Banco Central Europeo (BCE) y luego, el pasado jueves, la de la Reserva Federal estadounidense (Fed). Una vez los inversores están digiriendo los mensajes de las dos instituciones, y sin la temporada de resultados empresariales habiendo dado comienzo todavía (empezará a mediados de octubre), esta semana el dato más importante a destacar es la publicación de las cifras de inflación de septiembre en la zona euro.

Reacciones a la Reserva Federal

Los inversores están ajustando sus expectativas de tipos de interés después de la reunión de la Reserva Federal estadounidense de esta semana. Al conocerse que la mayor parte de miembros de la Fed siguen convencidos de la necesidad de llevar a cabo una última subida de tipos este año, que dejará el precio del dinero en la horquilla del 5,5%- 5,75%, los mercados han reaccionado con ventas de bonos, confirmando, según los indicadores que recoge Bloomberg, que ya se ha puesto en precio esta última subida de tipos para el mes de diciembre.

Petróleo

Cada vez más analistas y actores importantes para el mercado del petróleo creen que el barril Brent europeo se dirige a los 100 dólares. Los últimos en revisar su estimación de precios para el futuro han sido los analistas de Goldman Sachs, al aumentar ayer su previsión de precios hasta los 100 dólares el barril, desde los 93 en los que mantenían su estimación hasta la fecha.