
La guerra que se ha desatado en Oriente Medio tras los ataques de las milicias de Hamás a Israel ha disparado un 5% los precios del petróleo. El conflicto amenaza la 'estabilidad' de la región y ha generado el temor de que una escalada termine desembocando un deterioro de la producción de petróleo por parte de Irán y su paso por el Estrecho de Ormuz, pero hay una segunda derivada que también está pesando en los mercados: la posibilidad de que el bloque conformado por Estados Unidos e Israel lograse convencer a Arabia Saudí para volver a aumentar su producción de crudo en el marco de los acuerdos de la OPEP+, como mínimo, se ha retrasado.
Desde hace varios años, las relaciones diplomáticas entre EEUU y Arabia Saudí se han enfriado, hasta el punto que el acuerdo entre el reino árabe y Rusia para llevar a cabo una alianza de productores de petróleo supuso romper con las peticiones por parte de la administración Biden a Arabia de que ampliasen su oferta de petróleo.
Con el paso de los meses, los gobiernos han ido acercando posturas y desde Estados Unidos se ha tratado de empezar de cero para recuperar las buenas relaciones entre el país norteamericano y el reino saudí. En este proceso, Israel también ha tenido un papel: en las últimas semanas se ha hecho público que Arabia tiene intención de normalizar sus relaciones con Israel, con el objetivo de cerrar pactos para la creación de un programa nuclear no militar, y de establecer un pacto defensivo con Estados Unidos.
El papel del crudo en las negociaciones
Una de las cuestiones que puso sobre la mesa el bloque occidental era la referente al recorte de producción de petróleo, mientras que, por el lado saudí, también se ha planteado la exigencia de que se den pasos para la creación de un nuevo estado palestino.
Neil Beveridge, director de Sandford C. Bernstein, considera que hay tres consecuenias que puede generar el conflicto en el petróleo. La primera, "que se demuestre que Irán está detrás de los ataques, y haya más sanciones al país. La segunda, que el conflicto escale a los países vecinos, y la tercera, que se pueda conseguir el acuerdo de normalización de las relaciones entre Arabia e Israel", destacan.
Con el comienzo de la guerra en la región, parece que la negociación se tendrá que retrasar, como mínimo, hasta que la situación sea más estable en la zona, eso si no se terminan cancelando por completo. Esto ha llevado a muchos analistas a mantener la previsión de que el crudo europeo va a alcanzar los 100 dólares por barril próximamente, a medida que se diluye la posibilidad de que Arabia pueda dar marcha atrás su pacto de oferta limitada.
"El conflicto reduce la probabilidad de una normalización en las relaciones Israel-Arabia, lo que dificulta que acabe el recorte de oferta saudí"
Desde RBC Capital Markets destacan cómo "los esfuerzos por parte de Estados Unidos de asegurar un reseteo de las relaciones con Arabia parecen estar en una situación muy precaria. El liderazgo saudí insiste en que Israel haga concesiones a los palestinos, y teniendo en cuenta los últimos acontecimientos es difícil ver un gobierno que acepte estos acuerdos".
Desde el banco Goldman Sachs mantienen su previsión de que el Brent alcance los 100 dólares, y la justifican, en parte, porque "el conflicto reduce la probabilidad de que haya una normalización en las relaciones Israel-Arabia, algo que hace improbable que termine próximamente con el recorte de oferta de petróleo saudí", señalan.
Warren Petterson, responsable de estrategia de materias primas de ING, apunta en la misma dirección: "En este momento es probable que la OPEP+ mantenga su estrategia de recorte de oferta, y sólo la cambiará si el mercado del petróleo muestra una gran fortaleza", reconoce.