Redactor de elEconomista
Materias primas

El verano está sentando bien a los precios del petróleo y, por ende, a las petroleras. La estrategia del cártel de productores de crudo conocido como OPEP+ (los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, liderados por Rusia) está empezando a dar sus frutos, después de unos meses en los que parecía que la alianza de productores había perdido el control sobre los precios del crudo, incapaces de generar subidas en los precios a pesar de todos sus esfuerzos.

Renta fija

El bono americano con vencimiento a 10 años ha vuelto a la casilla de salida. La rentabilidad de este activo espera su cita con la Reserva Federal de este miércoles en el 3,9%, ligeramente por encima del nivel con el que empezó el ejercicio, lo que significa que deja pérdidas por precio desde el primer día de enero que rondan el 1%.

REnta variable

La presentación de resultados del segundo trimestre de Julius Baer ha tenido unas consecuencias totalmente diferentes a la del primer trimestre. Por fin, el banco suizo parece estar capitalizando la caída de Credit Suisse, y ha conseguido incrementar su patrimonio neto más de lo que esperaban los analistas.

Renta fija

La renta fija ha vuelto a demostrar que los inversores la consideran un buen activo refugio en los momentos complicados. Ante la última lectura de los datos de actividad económica que ha dejado la encuesta PMI, que muestra un nuevo frenazo mayor de lo previsto en el mes de julio, los mercados han optado por comprar renta fija soberana en la primera sesión de la semana.

Esta semana va a tener lugar el adiós al proceso de subida de tipos que dio comienzo hace algo más de un año en Estados Unidos, y que Europa siguió al comenzar a aumentar el precio del dinero en julio de 2022. Al menos así lo creen los analistas encuestados por Bloomberg en la última semana: según su opinión, después de la subida de tipos que llevará a cabo la Reserva Federal, el miércoles, y el Banco Central Europeo el jueves, ya no habrá más aumentos de tipos en este ciclo.

Un año del alza de tipos

La bolsa vive del agua del Banco Central Europeo, y el grifo está a punto de cerrarse por completo. El nivel de los tipos de interés del BCE crea un contexto propicio para los inversores, o lo contrario. Cuando el precio del dinero sube, las acciones ven cómo su atractivo cae respecto a otros activos, como la renta fija, y se produce un trasvase de dinero desde la bolsa hacia los bonos. Además, las empresas también ven cómo su capacidad de financiación se complica, y el desarrollo de su actividad se encarece.

El verano no es un buen momento para darle sustos a los mercados, y los bancos centrales lo saben bien. Tanto la Reserva Federal estadounidense (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) quieren cerrar la persiana antes de irse de vacaciones en agosto sin dejar grandes sorpresas, y esta reunión, en la que no habrá actualización del cuadro de previsiones macroeconómicas, parece que irá en esa dirección.

Un año del alza de tipos

El pasado viernes se cumplió un año de la primera subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) en este ciclo, el proceso de endurecimiento de la política monetaria más agresivo que se ha hecho en la zona euro desde su creación, con un incremento de 400 puntos básicos en el precio del dinero en menos de 12 meses, entre otras medidas, como la reducción del balance de deuda del BCE o la retirada de las condiciones excepcionales de financiación para los bancos que se establecieron por la pandemia.

Encuesta BOFA

Los gestores de fondos continúan con la estrategia que han mantenido en los últimos meses, con un posicionamiento cauto en sus inversiones, a la espera de tener más pistas sobre el rumbo de la política monetaria. La liquidez, es decir, estar fuera del mercado, sigue siendo la opción favorita de los gestores, según la última encuesta que ha llevado a cabo Bank of America. Los participantes en el sondeo mantienen a la bolsa como el activo más infraponderado y, aunque descartan una recesión grave, la venta de materias primas en los últimos tres meses ha sido la más agresiva que se ha visto en la década.

Política monetaria

Los banqueros centrales de Europa han identificado varios datos que ayudan a entender qué está pasando con la inflación en la región, y hay señales de que la eurozona está entrando en una nueva fase inflacionista, marcada por una ralentización del crecimiento del IPC desde el año pasado, pero no libre de riesgo de que la inflación se enquiste. Hay uno que es especialmente clave: la inflación 'supercore', la que recoge el incremento de precios en el sector servicios, excluyendo en este sector los precios de la energía y otros componentes volátiles, como el precio de los inmuebles e hipotecas.