
El bono americano con vencimiento a 10 años ha vuelto a la casilla de salida. La rentabilidad de este activo espera su cita con la Reserva Federal de este miércoles en el 3,9%, ligeramente por encima del nivel con el que empezó el ejercicio, lo que significa que deja pérdidas por precio desde el primer día de enero que rondan el 1%.
El título de deuda estadounidense se ha visto obligado a acomodarse a cada uno de los pasos –y palabras– de Jerome Powell, presidente de la Fed. Después de asegurar que se preparaba para hacer una pausa en la subida de tipos, algo que llevó a muchos inversores a descontar que había acabado el ciclo de endurecimiento de la política monetaria en EEUU, finalmente volvió a reconocer que habría más incrementos en el precio del dinero en el país. El de este miércoles se espera que sea de 25 puntos básicos.
Cada uno de los giros en las expectativas en torno a posibles movimientos de la Fed se ha dejado notar en la rentabilidad del bono americano. La prueba es que a principios de julio volvió a sobrepasar, por segunda vez en el año, la barrera del 4%, dibujando máximos anuales en el 4,06%, un nivel que no se veía desde noviembre del año pasado, y que respondía a las expectativas de que la Fed llevase a cabo dos subidas de tipos en los próximos meses, y no solo una, como se venía especulando en los meses previos. Entonces, las pérdidas por precio desde el primer día del ejercicio rozaron el 2%.
Las expectativas que había a principios de año para el mercado de renta fija no se están cumpliendo. 2023 prometía ser un ejercicio de redención para los inversores en bonos, después de un 2022 nefasto que, a pesar de todo, sirvió para que las rentabilidades a vencimiento volviesen a ser atractivas para construir carteras. Sin embargo, a día de hoy los inversores no están ganando dinero con este activo.
La Fed mantendrá el rumbo
El último dato de inflación en Estados Unidos ha sido positivo para la Fed, ya que acerca al organismo a su objetivo del 2% y refleja que el crecimiento de los precios sigue desinflándose. Esto puede afectar a las decisiones futuras del organismo, pero los analistas tienen claro que esta semana habrá una subida de 25 puntos básicos.
"Nuestra sensación es que seguirán adelante y subirán los tipos por dos razones: siguen preocupados por la inflación y el mercado laboral [...], y dar marcha atrás ahora provocaría un repunte en los mercados de renta fija que relajaría las condiciones financieras", señala Keith Wave, economista jefe de Schroders.
El balance borra el 'efecto SVB'
La Reserva Federal sigue reduciendo el balance de activos como parte del proceso de endurecimiento de su política monetaria. Desde que este alcanzó los máximos históricos en abril de 2022, en los 8,965 billones de dólares, ya se ha reducido un 7,7%, hasta los 8,275 billones actuales, unos 690.000 millones de dólares de caída en los últimos 15 meses.
El repunte del balance que se produjo en marzo, de más de 400.000 millones de dólares en apenas dos semanas, a raíz de la liquidez que solicitaron los bancos del país tras la quiebra de Sillicon Valley Bank ya se ha diluido por completo. El proceso continúa, y los analistas encuestados por Bloomberg esperan que el proceso continúe hasta situar el el balance en niveles normalizados en el largo plazo, por debajo de los 5 billones de dólares.