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La Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) está formada por 13 miembros, algunos de ellos muy poderosos en el mundo del crudo. Además, en 2016 nació otro grupo aún más potente (supuso la unión de Rusia), denominada como OPEP+, que suma 10 países más para alcanzar un total de 23. De todos los países que conforman este 'megacártel', habitualmente, se destacan en las noticias y análisis los movimientos de los más importantes, que son los líderes de facto de la organización y los que realmente tienen capacidad para mover el mercado: Arabia Saudí y Rusia, sobre todo. No obstante, en ocasiones también se habla de algunos miembros menos importantes, pero que también tienen su influencia (potencias de segundo orden dentro del cártel), como pueden ser Irán, Irak o incluso Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, esta vez el gran protagonista es un país casi que además no suele 'hacer mucho ruido', salvo esta vez: Kazajistán. Además, para ir más al detalle, dentro de este 'casi desconocido', toma relevancia un único yacimiento de petróleo que es el que está trayendo de cabeza al gran cártel. Kazajistán está produciendo récords históricos de crudo gracias a la revolución que está viviendo el enorme y profundo yacimiento de Tengiz, controlado por la estadounidense Chevron y al que la OPEP+ quiere poner un 'tapón' para que deje de escupir tanto crudo.