Economía

Quizá el clima no sea lo único frío en la economía de EEUU: una grieta asusta a los analistas

  • El gasto real de los consumidores se desplomó por sorpresa en enero
  • Los expertos encuentran indicios de que no fue solo culpa del temporal
  • La economía inicia 2025 con una base débil y la política lo está empeorando
Foto: Dreamstime

Crece el temor a que el temporal de frío que azotó a EEUU los primeros días del año no sea lo único que hay gélido en una economía que hasta el último trimestre de 2024 siguió rugiendo con fuerza. Un dato conocido este viernes ha supuesto una llamativa grieta que ha asustado a algunos analistas mientras la confusión provocada por las primera políticas de Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca amenaza con golpear la economía a medio plazo.

Toda la atención de los analistas e inversores estaba este viernes en el informe de la Oficina de Análisis Económico (BEA) del Departamento de Comercio de EEUU con el deflactor del gasto en consumo personal (PCE), el indicador cuya variable subyacente (ni alimentos ni energía) es la guía de control de la inflación para la Reserva Federal. Para tranquilidad generalizada, el dato se ha ajustado a las previsiones y cayó hasta el 2,6% interanual en enero. Aunque sigue lejos del objetivo del 2%, había pánico a un rebrote inflacionario tras el elevado índice de precios al consumo (IPC) de enero que se sumaría a unas políticas de Trump teóricamente más inflacionistas. El 'susto' ha venido por el lado del consumo.

Además del citado deflactor, el informe de la BEA ofrece una buena radiografía casi en tiempo real del consumo privado, verdadero motor de la economía estadounidense al representar en torno a un 70% del producto interior bruto (PIB). En enero, se registró un abultado descenso del 0,5% del gasto real de los consumidores (descontando el efecto de la inflación) frente al -0,1% que se esperaba y el 0,5% del mes anterior. Se trata de la peor lectura intermensual desde los comienzos de 2021, hace ya casi cuatro años.

La primera explicación que ha surgido ha sido precisamente el clima invernal extremo que frenó la actividad en el primer mes del año, además justo después de la temporada de gasto navideño. Como ejemplo simbólico, la jura de Trump como presidente se celebró, en contra de la tradición habitual, en interior. Sin embargo, algunos analistas han encontrado indicios de que este bajón no fue solo una cuestión climática.

"Aunque resulta tentador achacar la caída por completo a las duras condiciones meteorológicas invernales del mes pasado, el desglose muestra que el gasto en algunas categorías típicamente relacionadas con el clima, como los servicios de alimentación y el alojamiento, tuvo mejores resultados", lanza Thomas Ryan, economista para América del Norte de Capital Economics en una nota para clientes.

"Esto no quiere decir que el tiempo no haya tenido ningún impacto y esperamos que el consumo se recupere este mes. Aun así, como la caída fue mayor de lo que habíamos supuesto antes de la publicación, supone un riesgo a la baja para nuestra estimación del PIB del primer trimestre hasta el 1,5%. anualizado. La subida del 0,3% intermensual de los ingresos reales sugiere que no se debe dudar demasiado de la fortaleza del consumo, aunque esta subida se vio impulsada por un aumento de los pagos de la seguridad social derivados del ajuste anual del coste de la vida", añade el experto.

El pasado 14 de febrero, otro de los datos que mide el estado de salud del consumo ya dio la primera señal de aviso. Fue el auténtico descalabro que experimentaron las ventas minoristas de EEUU en enero. La caída del 0,9%, la mayor en casi dos años, sorprendió sobremanera, esperándose una contracción solo del 0,2%. Aunque el dato de diciembre se habían revisado del 0,4% al 0,7%, el golpe fue notorio y se confirmó en lo que se conoce como 'grupo de control' dentro de las ventas minoristas, que excluye compras más volátiles y que cayó un 0,8%. Este dato ya mandaba un mensaje de que el comienzo de 2025 puede ser débil tras la sarta de datos que venían reflejando la fortaleza económica de EEUU. El más revelador de todos: el aumento por encima del 4% anualizado (un dato muy fuerte) del consumo privado en el último trimestre de 2024.

"La fuerte caída de las ventas al por menor del grupo de control en enero, junto con los datos más oportunos que muestran un desplome de las ventas de vehículos, sugieren que el consumo real cayó el mes pasado. Aunque es probable que los efectos meteorológicos tuvieran parte de culpa, esta debilidad sugiere, no obstante, que el crecimiento del PIB se ralentizará", apuntaban ya desde Capital Economics. El agujero en los vehículos se ha constatado este viernes con los datos de la BEA.

Volviendo a la caída del gasto del consumidor en términos reales, James Knightley, economista jefe de ING para EEUU remarca que "se trata de un dato muy importante para el crecimiento del PIB en el primer trimestre, ya que incluso si logramos un repunte del 0,4% intermensual en febrero y un aumento del 0,3% en marzo, el gasto de los consumidores en EEUU en el primer trimestre registraría un crecimiento anualizado de tan solo el 1,6%, el más débil desde el segundo trimestre de 2023".

"Ya sabíamos que las ventas minoristas habían caído. Es posible que esto se debiera al frío y a un impacto marginal de los incendios de Los Ángeles, pero se suponía que el gasto en servicios lo compensaría parcialmente. Al final no fue así y muestra que la economía estadounidense comenzó 2025 con una base débil. Esto sugiere que la fuerte caída de la confianza de los consumidores desde que alcanzó su punto máximo en noviembre, cuando el presidente Trump ganó las elecciones, puede estar traduciéndose en un enfriamiento del gasto", agrega Knightley.

La política no está ayudando

A principios de año había optimismo en que la combinación de políticas del presidente Trump de regulación suave y bajada de impuestos impulsaría el crecimiento en una economía que ya parecía sólida. Sin embargo, apenas se ha avanzado en los aspectos positivos para el crecimiento: los recortes fiscales y la desregulación. En su lugar, la Administración se ha centrado en políticas que producen resultados negativos, argumentan desde ING: "La austeridad gubernamental, iniciada por DOGE (el proyecto de recorte de gasto del que está al mando Elon Musk, CEO de Tesla), está suscitando inquietud tanto en el sector público como en el privado por la seguridad del empleo y los derechos, mientras que los hogares de rentas medias y bajas, ya de por sí en apuros económicos, no ven alivio alguno en forma de los precios más bajos que se les prometieron. También es posible que aumente la conciencia de que los aranceles incrementarán aún más los costes".

Otro factor adverso para el crecimiento del PIB en el primer trimestre ha sido el informe adelantado de enero sobre el comercio de bienes, que mostró que la brecha del comercio de mercancías aumentó hasta un déficit récord de 153.300 millones de dólares en enero, frente a los 116.600 millones de dólares de diciembre. "Esto demuestra claramente que los importadores han intentado adelantarse a los aranceles, con un aumento de las importaciones del 11,9% intermensual", apostilla Knightley.

Las importaciones de suministros industriales pasaron de 67.000 millones de dólares en diciembre a 89.300 millones en enero, mientras que las importaciones de bienes de consumo aumentaron en 6.000 millones de dólares, hasta 78.200 millones. "Curiosamente, el sector del automóvil no se movió mucho", abundan desde ING. Las exportaciones aumentaron un 2% intermensual, pero tras una caída del 3,8% en diciembre.

"El resultado de todo esto es que el mercado parece estar empezando a poner más énfasis en la historia del crecimiento que en la historia de la inflación, con los contratos de futuros de los fondos de la Fed valorando ahora en 61 puntos básicos los recortes de tipos de la Fed para este año, frente a los 28 puntos básicos valorados hace poco más de dos semanas. Esto nos parece demasiado bajo y, por ahora, mantenemos nuestra previsión de dos recortes de tipos de 25 puntos básicos para 2025 (septiembre y diciembre), con un tercer recorte el próximo mes de marzo", cierran desde el departamento de análisis del 'banco 'naranja'.

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