Los líderes comunitarios sientan las bases de lo que será el Rearme de Europa en un momento en el que el contexto geopolítico realza las tensiones en Ucrania y en el que el bloque comunitario busca reforzar su autonomía en defensa y romper dependencias de terceros países, como Estados Unidos. Los jefes de Estado y de Gobierno han respaldado el plan de Bruselas para impulsar el gasto en defensa pero quieren más. Es así que reclaman a la Comisión Europea que ponga sobre la mesa más medidas de financiación a nivel europeo, como eurobonos.
En un encuentro informal que ha tenido lugar este jueves en Bruselas, los líderes han pedido a la Comisión Europea que explore "medidas adicionales" al tiempo que se "mantiene la sostenibilidad de la deuda para facilitar un gasto significativo en defensa a nivel nacional en todos los Estados miembro", según el texto de conclusiones del debate de defensa.
Además, reclama al Ejecutivo comunitario que disponga "recursos adicionales de defensa a nivel europeo", un posicionamiento que abre la puerta a la emisión de eurobonos y fórmulas de financiación a fondo perdido en lugar de los préstamos que hay sobre la mesa. Una postura con la que se alinearía España que se muestra favorable a recursos comunitarios frente a limitar las aportaciones a nivel nacional. "Necesitamos instrumentos mancomunados para financiar nuestra seguridad y defensa", ha afirmado en rueda de prensa de prensa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al final la Cumbre.
La propuesta la puso sobre la mesa la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, a través del plan para rearmar Europa y con el que pretende movilizar 800.000 millones de euros. Contempla así la flexibilización de las reglas fiscales a nivel nacional de manera que el incremento del gasto en defensa no compute a la hora de calcular el déficit. Un margen con el que Bruselas prevé que los países incrementen el gasto en defensa en un 1,5% del PIB y que prevé canalizar 650.000 millones de euros en financiación.
En este sentido, Sánchez ha mostrado el interés del Gobierno de utilizar este mecanismo: "la cláusula de escape es un instrumento que creo que vamos a utilizar todos los Gobiernos. A nosotros nos resulta de interés", ha afirmado.
El paquete contempla, además, un fondo dotado de 150.000 millones de euros en préstamos para el sector de defensa, movilizar financiación del Banco Europeo de Inversiones para este sector y la intención de canalizar fondos de Cohesión del presupuesto comunitario para esta partida.
Si bien el líder socialista ha manifestado la intención de utilizar este instrumento en forma de préstamos ha defendido que también "debe haber transferencias". En un paralelismo con la pandemia ha explicado que si bien, en este momento, se empezó con la suspensión de las reglas fiscales, luego se pusieron préstamos sobre la mesa "y acabamos con transferencias. Creo que tenemos que abrir un debate en Europa sobre transferencias", ha agregado el jefe del Ejecutivo español.
España se inclina por instrumentos europeos en detrimento de gasto nacional. La flexibilidad de las reglas fiscales, a nivel conjunto de la UE, abre la puerta a incrementar el gasto en defensa y auparlo a ese 2% del PIB que marca como objetivo la Alianza Atlántica. La intención del Gobierno sería llegar a este objetivo lo antes posible, dejando atrás el plazo marcado anteriormente para 2029 para llegar a tal tope. "Todos tenemos que hacer un esfuerzo anticipado respecto a lo que nos habíamos marcado antes, que era 2029. Y, por tanto, nuestra respuesta es sí. Informaré a todos los grupos parlamentarios cuando me reúna con ellos", ha confirmado Sánchez preguntado por esta cuestión.
Los fondos de Cohesión, por otro lado, tampoco serían un gran recurso para España considerando que su gestión está regionalizada. Lo confirmaba el presidente del Gobierno: "no tenemos ningún interés en usar fondos de Cohesión. Son para la cohesión, para el desarrollo territorial y el desarrollo social de nuestro país".
La conversación de los líderes ha estado marcada por el cambio de postura de Alemania. El país tradicionalmente frugal ha dado un giro en favor de flexibilizar todavía más las reglas fiscales, respecto a lo que proponía la Comisión Europea. El canciller alemán saliente, Olaf Scholz, llegaba al encuentro pidiendo a los países una visión "a largo plazo", frente a los cuatro años que visiona la Comisión Europea en su plan.
"Estoy a favor de que no tengamos una discusión para los próximos uno o dos años, sino que dejemos claro que a largo plazo los Estados puedan gastar en defensa lo que consideren oportuno", decía el líder germano a su llegada al encuentro.
La nota discordante la ha puesto, una vez más, el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, al desmarcarse del texto de conclusiones que aboga por apoyar militarmente a Ucrania y que sí recibió el respaldo del resto de veintiséis Estados miembro. El resto de países han mostrado su respaldo a Ucrania y a llegar a una paz "justa, sostenible y duradera".