Sospechas, suspicacias, rumores, bulos... rodean al lanzamiento del euro digital. El nacimiento de esta suerte de efectivo digital no va a ser tarea sencilla. El Banco Central Europeo (BCE) parece estar más convencido que nunca de la necesidad de su lanzamiento, pero cuanto más convencido está y más avanza el proyecto, mayor rechazo genera en ciertos sectores de la población que ven a esta nueva forma de dinero como una amenaza directa para el efectivo (billetes y monedas) y su libertad frente a las 'garras estatales'. Sin embargo, el BCE no se cansa de asegurar que el efectivo no va a desaparecer y que el euro digital, precisamente, lo que busca es contrarrestar la caída del uso del dinero (el descenso de la demanda de billetes y monedas). Lo cierto es que nadie sabe cuándo va a empezar a circular el euro digital (no hay una fecha oficial, pero se rumoreaba que podía ser entre 2026 y 2027), aunque los últimos movimientos y declaraciones del BCE parecen ir en la misma dirección: podría haber cierta necesidad o prisa por adelantar su lanzamiento en un intento por impedir que las stablecoins y el creciente uso de dinero 'privado' debilite el poder de la política monetaria y su transmisión. Así lo ha revelado Philip Lane, economista jefe del BCE, en un largo discurso pronunciado esta misma semana.