Economía

La gran paradoja del país más joven del mundo: rebosa petróleo pero su PIB se hunde un 30% en un solo año

  • Sudan del Sur es el cuarto país de África en reservas de crudo...
  • ... pese a ser el tercer país más pobre de todo el planeta

El país más joven del mundo es también uno de los más bendecidos por la naturaleza. Sudán del Sur, que empezó su andadura como nación independiente en 2011 tiene en sus entrañas desde oro hasta todo tipo de minerales… pero especialmente tiene una potencia petrolera inusitada. Los cálculos más recientes de la AIE apuntan a que bajo su suelo late una reserva de 3.750 millones de barriles de petróleo, es decir, 98 veces su consumo anual solo con lo ya descubierto. Para entender la magnitud, si bien no entra ni de lejos en la conversación de los gigantes del crudo, sí que es el quinto país de toda África en reservas probadas, solo superado por Libia, Argelia, Nigeria y Angola.

En ese sentido, si bien el petróleo debería ser su vía de salvación y los analistas han expresado año tras año la idea de que a medida que el crudo empiece a fluir su pobre economía está destinada a vivir una auténtica revolución, el potencial petrolero de Sudán del Sur no está logrando evitar que suceda todo lo contrario. El país está viviendo un desmoronamiento histórico de su PIB y el Banco Mundial advierte de "una contracción del 30% para el año fiscal 2024/2025". Esto se suma a cinco años consecutivos de recesión en la que ya se ha ido por el sumidero la mitad de toda su economía desde el año 2020. Este sendero de destrucción ha llevado al país a ser unos de los peores en PIB per cápita de todo el mundo, con apenas 478 dólares y solo superando a Afganistán y Burundi. La situación de precariedad económica más absoluta y sorprendente dado el potencial respecto a sus recursos.

La crisis de Sudán del Sur

La situación límite del país es totalmente indisociable de la espiral de violencia y hambre que se dio desde su mismo nacimiento. El país actualmente vive una potente crisis alimentaria. Su independencia llegó tras años de guerras civiles para liberarse del yugo de Jartum a través de un referéndum. Sin embargo, solo dos años después, en un país ya marcado por la violencia, arranco un conflicto de siete años con una guerra interna entre el presidente Kiir y su segundo, Riek Machar.

La paz parecía establecerse con matices en 2020, pero la realidad es que en el país sigue habiendo fuertes enfrentamientos con milicias armadas, robo de ganado, sabotaje de infraestructura (petrolera entre otras) y enfrentamientos políticos desde 2021 que se han resuelto en muchos casos con ejercicios de violencia. Desde Unicef comentan que años de guerra y la inestabilidad actual han provocado "una enorme inflación que ha llevado al límite la economía y desatado el hambre", "miles de niños soldado en diversas milicias y grupos armados" y "un deterioro de las infraestructuras que ha derivado en que el 45% de la población no tenga acceso a agua potable".

Desde el Banco Mundial comentaban que "la persistente violencia subnacional, la deficiente gestión de los recursos públicos y la disputa política han socavado los avances en materia de desarrollo tras la independencia y han intensificado las necesidades humanitarias existentes." Más de una década después de la independencia, "Sudán del Sur sigue afectado por la fragilidad, el estancamiento económico y la inestabilidad. La pobreza es omnipresente y se ve agravada por los conflictos, los desplazamientos y las crisis externas".

Este era el contexto cuando en abril de 2023 arrancó una nueva guerra interna en su vecino del norte. Este conflicto disparó la violencia en toda la región y provocó el corte de los principales oleoductos (que pasan por este país), llevando a cero la exportación de petróleo y anulando así su gran carta ganadora para romper con tantos años de destrucción económica y poder mejorar su precaria situación. Ahora el crudo vuelve a fluir y los analistas creen que, esta vez, el joven país podría cambiar su destino y experimentar ya un rebote sostenido.

El petróleo vuelve a fluir desde ya

El Gobierno de Sudán del Sur anunció a comienzos de este año que reanudaría su bombeo de petróleo a través de Sudán tras un año de suspensión por los daños sufridos en un oleoducto clave que atraviesa el país vecino, inmerso en una guerra entre el Ejército y los paramilitares desde abril de 2023. En declaraciones a la prensa en Yuba, el ministro de Petróleo sursudanés, Pout Kang Choul, dijo que el Gobierno del país africano reanudará su producción de 90.000 barriles de petróleo diarios a partir del miércoles.

Esta medida se produce después de que las autoridades de Jartum levantaran oficialmente la suspensión del transporte de petróleo desde Sudán del Sur -que no tiene acceso al mar- hacia un puerto del mar Rojo a través de un oleoducto que ha resultado dañado en varias ocasiones por la guerra.

Según Kang Choul, el Gobierno sudanés emitió una carta en enero en la que anunciaba dicha suspensión dadas las mejoras en materia de seguridad en las zonas por las que pasa el oleoducto Petrodar, con una longitud superior a los 1.500 kilómetros desde Sudán del Sur hasta Port Sudán, en el noreste del vecino norteño.

La producción alcanzará los 90.000 barriles diarios, una cifra menor a los más de 150.000 barriles diarios previos a la paralización

El ministro sursudanés afirmó que la reanudación del bombeo tendrá una gran repercusión sobre la reactivación de la economía del país, cuyos ingresos dependen casi al completo de la exportación de petróleo a través de Sudán, país del que se independizó en 2011 junto con grandes yacimientos de crudo. "Nuestra economía sufre, pero creemos que con la recuperación del bombeo mañana, nuestra situación mejorará progresivamente", dijo a la prensa. El conflicto en Sudán ha provocado importantes efectos económicos, humanitarios y de seguridad en su vecino del sur desde que las autoridades sudanesas anunciaron el cese de las exportaciones de petróleo debido a la ruptura del oleoducto.

Este suceso generó un estado de preocupación dentro del Gobierno sursudanés, ya que el cese en la exportación del petróleo llevó también a la caída del valor de la moneda nacional frente al dólar y elevó los precios de los productos de mercado, mientras el Estado era incapaz de asumir el pago los salarios de los funcionarios y de las fuerzas de seguridad.

La reanudación del bombeo se produce después de que Yuba sugiriera establecer un oleoducto alternativo a través de un puerto de Yibuti, algo que no gustó a Jartum -que se quedaba con una parte del crudo exportado como tarifa de tránsito- y obligó a acelerar la reparación de la instalación.

El petróleo fluye, pero los problemas siguen. La producción se lleva a cabo a través de la compañía Dar Petroleum Operating Company (DPOC), en la que el gobierno sursudanés solo posee un 8% de participación. Los principales accionistas son China y Malasia, con el 41% y el 40%, respectivamente. El levantamiento de la prohibición de exportación de crudo impuesta por Sudán fue clave en este proceso. Inicialmente, la producción alcanzará los 90.000 barriles diarios, una cifra menor a los más de 150.000 barriles diarios previos a la paralización. "Este es el volumen que el oleoducto puede manejar en la primera fase. Luego, si tenemos la capacidad de aumentar, lo haremos", agrega Puot Kang Chol, ministro de petróleo del país.

El crudo no lo cambiará todo

A pesar de los beneficios esperados, los expertos dudan que la reanudación de la producción resuelva los problemas estructurales del país. Boboya James Edimond, analista político y económico independiente, explicó a DW que este es un "arma de doble filo". "Es una buena noticia para el gobierno de Sudán del Sur, que ha estado en dificultades desde el estallido del conflicto en Sudán", pero advirtió que los beneficios rara vez llegan a la población.

Edimond señala que el aumento de ingresos petroleros en el pasado ha servido para alimentar la corrupción y los conflictos en lugar de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. "Solo podrá ser una buena noticia si estos recursos se administran de manera transparente y se utilizan para aliviar las condiciones de vida de la población", enfatizó.

El periodista independiente Patrick Oyet también expresó su escepticismo en declaraciones a DW, recordando que, incluso en periodos de producción petrolera activa, la mayoría de los ciudadanos no se beneficiaron. "Incluso cuando el petróleo fluía, la economía no iba bien. La inflación aumentaba, el poder adquisitivo de la gente se reducía y los impuestos eran elevados", comentó Oyet, destacando que muchos funcionarios públicos llevan más de un año sin recibir sus salarios.

"Seguimos alertando sobre los riesgos para la infraestructura petrolera del país que pasa por Sudán"

Desde el Banco Mundial también dudan y creen que todo acabará con la ya mencionada contracción del 30% de su economía. Desde Fitch son algo más optimistas y después de un año fiscal con una contracción del 25%, ahora esperan un rebote del PIB real del 17% para el próximo solo gracias al auge del petróleo. "La recuperación gradual de las exportaciones brindará espacio para un mayor gasto gubernamental, mientras que un tipo de cambio estabilizador aliviará las presiones inflacionarias sobre los consumidores".

Sin embargo, la propia agencia remarca que esto es ante un caso ideal donde el crudo brota de forma continua, algo que no está ni mucho menos garantizado pues la violencia y el sabotaje siguen latiendo en las entrañas del país más joven del mundo. "Seguimos alertando sobre los riesgos para la infraestructura petrolera del país que pasa por Sudán, donde los combates a gran escala y la escasez de combustible seguirán siendo un problema. Desde African Development Bank señalan que el país solo puede salir del bucle de pobreza si aprovecha esta 'paz petrolera' a nivel económico para realizar "reformas estructurales" de gran calado. "Financiar la transformación estructural a corto plazo requiere intensificar la movilización de ingresos internos y mejorar la eficiencia del gasto público para crear margen fiscal que permita invertir en factores que impulsen el crecimiento".

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