Análisis
La Comisión Europea ha decidido forzar a España a acabar con su sistema de tarifas volátiles (PVPC) tras la exigencia de Portugal. El Gobierno español tendrá que abandonar un sistema que no tiene ningún otro país europeo y que traslada más riesgos a los consumidores domésticos y a los más vulnerables aunque ofrece precios más bajos en el largo plazo.