EDITORIAL
Las cartas ya están sobre la mesa. El Gobierno, a través de la Sepi, ha logrado culminar esta semana los apoyos necesarios para configurar el núcleo duro accionarial que le permitirá hacer valer sus intereses en Indra, puntal estratégico del Ejecutivo español en el ámbito de la seguridad y la defensa. El aterrizaje por sorpresa -sumándose a la causa común de Sepi y Sapa- de Joseph Oughourlian, máximo accionista de Prisa y fundador del fondo neoyorkino Amber Capital, ha permitido encajar la pieza final del puzzle para completar la toma de control de Indra.