Reportero especializado en banca y finanzas. Antes, estuvo en la agencia internacional de noticias Reuters, donde cubrió empresas y mercados europeos, y en el periódico El País, dedicándose a temas económicos. Italiano, pero ciudadano del mundo.

Golpe tras golpe, la partida de ajedrez entre BBVA y Sabadell sigue. Y el mercado se queda expectante, poniendo bajo la lupa las fichas de cada jugador. El último movimiento técnico puesto en marcha el pasado jueves por el banco vasco, que rebajó del 50,01% al 49,27% el umbral mínimo de aceptación de la opa para hacerse con Sabadell, no sería determinante para el éxito de la operación, coinciden varias casas de análisis. Algunas de ellas sí dudan del motivo por el que la decisión de no contabilizar la autocartera en este cálculo no se puso desde el principio, aunque BBVA dejó claro que esta modificación surge tras las conversaciones con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Aun a la espera del pronunciamiento de Competencia, algunos analistas están convencidos de que la operación solo saldrá adelante si mejora el precio. Hoy, su propuesta es entregar un título de nueva emisión por cada 5,0196 de Sabadell más un pago en efectivo de 0,29 euros. Una opción que el banco presidido por Carlos Torres ahora no contempla.

El cambio de BBVA en la opa, recogido por el mercado como un mero "ajuste técnico", esconde un movimiento táctico susceptible de afectar a la política de remuneración al accionista de Banco Sabadell. La entidad catalana apuntó ya en el mes de julio su disposición a mejorar la retribución con un mayor dividendo ordinario y, sobre todo, con la reactivación del programa de recompra de acciones congelado en aplicación del deber de pasividad exigible por la opa. La prohibición decae, sin embargo, si vuelve a ser aprobado en junta de accionistas por sus dueños, algo que la cúpula de la entidad vallesana había anticipado que promoverán en la próxima convocatoria de la Asamblea que podría ser en marzo.

Pese al escenario de incertidumbre, los bancos aprobarán el examen de rentabilidad este año. Tras un bienio de excelentes resultados aupados por un coste del dinero más caro, la bajada de tipos abrirá el camino a una reducción del margen de intereses. Sin embargo, la resurrección de los préstamos y unos costes de financiación más bajos gracias a la elevada proporción de depósitos a la vista sostendrán los ingresos de las entidades, contrabalanceando en parte la revalorización a la baja de los activos. Eso sí, 2024 sería el año pico para la rentabilidad bancaria. Estas son las perspectivas presentadas este jueves por la agencia de rating S&P Global, que prevé que el RoE (rentabilidad sobre el capital invertido) de la banca española se achique ligeramente hasta un 11-12% en 2025 desde una media del 12,5% el año pasado. Y en 2026 iría aterrizando más hacia el 11%.

BBVA reformula la opa a Banco Sabadell tocando varias teclas que juegan a su favor. De un lado, rebaja una de las condiciones para considerarla exitosa: el banco vasco había supeditado su ejecución a conseguir el 50,01% del capital y ahora le bastará tomar el control de los derechos de voto, es decir, no contabilizará la autocartera para dicho cálculo. Hoy, el vallesano tiene un 1,45% de sus acciones en propiedad, lo que rebajaría dicho umbral de éxito al 49,27%, aunque estos parámetros pueden cambiar en el tiempo. De forma adicional, adelanta que si se hace con las riendas de Sabadell amortizará la autocartera. Este movimiento eleva, de un lado, el atractivo de las acciones en cierta manera, pero sobre todo lo que hace es neutralizar el impacto que tendrían futuras recompras de títulos por parte de Sabadell.

Las transferencias instantáneas se convierten en un nuevo campo de batalla para los bancos. La nueva normativa europea, en vigor a partir de hoy, establece que el coste de las transferencias instantáneas tendrá que ser igual o inferior al de las ordinarias. En el marco del cumplimiento de la directiva, cada entidad puede aplicar distintas estrategias comerciales. BBVA y Bankinter apuestan por hacer gratuitos los pagos instantáneos para cualquier cliente en web y en la aplicación, mientras que otros bancos librarán de comisiones a los usuarios vinculados y aplicarán otras tarifas al resto de clientes.

El crecimiento de préstamos a los hogares coge velocidad. El crédito concedido por las entidades financieras a las familias aumentó un 1,2% en noviembre desde el mismo mes del año anterior, según datos del Banco de España difundidos este jueves. Esta cifra marca el mayor aumento desde junio de 2022, cuando la subida interanual fue del 1,4% en plena recuperación pospandémica. Así, el saldo se situó en 697.334 millones de euros en el penúltimo mes de 2024, impulsado por mayores préstamos tanto en el consumo como en la vivienda, lo que apunta a un calentamiento del mercado inmobiliario en un contexto de expansión económica.

Entrevista a Ignacio Zunzunegui, 'Head of Growing' para el Sur de Europa de Revolut

El neobanco Revolut nació en Londres en 2015 con una tarjeta multidivisa especializada en viajes. Su crecimiento ha sido meteórico: hoy suma más de 50 millones de clientes en el mundo, opera en 38 países y no cesa de incorporar productos porque ambiciona ser un banco universal. España figura entre los tres mercados de mayor expansión, con el 8% de los clientes y 2.400 millones de euros captados en menos de un año tras comenzar a remunerar el ahorro. "Si seguimos a este ritmo, creo que al final de 2025-inicios de 2026 podemos llegar a los 6 millones", desvela Ignacio Zunzunegui, responsable de crecimiento en el Sur de Europa de Revolut. España es el país elegido para testar sus primeros cajeros automáticos y donde trabaja también para lanzar una campaña de captación de nóminas.

Para la banca española, el 2024 ha sido un año de fiesta. Beneficiada por altos tipos de interés durante más tiempo, ha podido sacar pecho de unos beneficios en máximos históricos y una rentabilidad envidiada por muchas entidades financieras europeas. En este escenario favorable, la morosidad, que refleja la demora en el pago de las deudas, se sitúa en mínimos históricos, algo excepcional para España, que en el pasado vio altos niveles de tasa de impagos. Sin embargo, en un contexto de incertidumbre macroeconómica y geopolítica internacional, los bancos permanecen en alerta y engruesan su colchón de capital para cubrir posibles riesgos de insolvencia.

Con alrededor de diez años de experiencia en el mundo financiero, Carlos Serrano y Antonio Berga vieron en la nube una oportunidad para agilizar la administración de tesorería. A finales de 2021, pusieron en marcha la fintech Embat que, gracias a su tecnología, permite la centralización de procesos clave para las empresas como la gestión de cobros, pagos, contabilidad y conciliación bancaria. Tras consolidar el crecimiento del negocio en España, apostaron por exportar su producto en Europa y abrir oficinas en Alemania y en Reino Unido. Los tres hubs suman 100 empleados y Embat prevé hacer nuevas contrataciones en los próximos tres meses.

A medida que los costes de los préstamos se abaratan, la demanda de financiación aumenta, los bancos reabren el grifo y el crédito vuelve a fluir en las cuentas de las empresas. Tras dos años de tipos de interés elevados, el relajamiento de la política monetaria puesto en marcha por el Banco Central Europeo empieza a traducirse en la economía real y ante un precio del dinero más barato, las firmas ya están más dispuestas a pedir préstamos. Un cambio de tendencia que se hace aún más patente en aquellas economías en fuerte expansión, como la española, que gracias al fuerte tirón del sector servicios y a la buena salud del mercado laboral consigue escapar la parálisis en la que está sumida Europa.