
Para la banca española, el 2024 ha sido un año de fiesta. Beneficiada por altos tipos de interés durante más tiempo, ha podido sacar pecho de unos beneficios en máximos históricos y una rentabilidad envidiada por muchas entidades financieras europeas. En este escenario favorable, la morosidad, que refleja la demora en el pago de las deudas, se sitúa en mínimos históricos, algo excepcional para España, que en el pasado vio altos niveles de tasa de impagos. Sin embargo, en un contexto de incertidumbre macroeconómica y geopolítica internacional, los bancos permanecen en alerta y engruesan su colchón de capital para cubrir posibles riesgos de insolvencia.
Los ejercicios de transparencia de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ponen al sector bancario español en el podio en el Viejo Continente por coste de riesgo más alto, por encima del 1%, solo por detrás de Lituania y Rumanía, a datos de finales de junio. La subida con respecto al año anterior fue suave. Aun así, España se queda bastante lejos de las otras grandes economías europeas, como Alemania, Francia e Italia, donde el coste de riesgo se queda muy por debajo del 1%.
La media de la eurozona repuntó levemente hasta el 0,51% desde el 0,45% en junio de 2023. Los bancos de Europa del Norte son aquellos que salen mejor amparados, al destacar por un coste de riesgo más bajo, lo que implica que mantienen un menor volumen de provisiones con respecto al crédito total.

Esta métrica es el cociente entre las dotaciones para insolvencias y la cartera de créditos totales. Es decir, mide la envergadura del escudo protector para los potenciales impagos que los bancos pueden tener por los préstamos que están dando. De esa forma, sirve como un indicador adelantado de los potenciales deterioros. En su análisis, la EBA tiene en cuenta datos agregados, incluyendo así el negocio de las entidades en todo el mundo. La amplia presencia geográfica con la que cuenta la banca española es uno de los motivos que explica por qué está en el podio por coste de riesgo más alto en Europa.
Exposición extranjera
De acuerdo con la composición del resultado atribuido de BBVA a septiembre, España aportó poco más de un tercio del total. El trozo más grande de la tarta (50,1%) vino de México, y América del Sur y Turquía, por su parte, también dieron una contribución notable (10,8% entre los dos mercados). En la misma línea, el Santander muestra una relevante exposición en el extranjero. Sudamérica, concretamente Brasil, Chile y Argentina, representaron el 29% del beneficio total del grupo en los primeros nueve meses del año. Alrededor de la mitad del resultado obtenido en Europa.
Tanto Turquía como América Latina son economías en vías de desarrollo y menos maduras comparado a Europa o a Estados Unidos, donde "el perfil de riesgo de los clientes es más alto porque se focalizan en préstamos de consumo, como automóviles. Esta mayor asunción de riesgo en otras áreas geográfica explica un coste del riesgo más elevado a nivel de grupo", apuntó Marta Alberni, consultora del área de banca en AFI.
De hecho, en la gran banca española, BBVA y Santander son las entidades con un coste de riesgo más alto. El más elevado se lo apuntó el grupo presidido por Carlos Torres: a finales de septiembre, se elevó a 1,42% desde el 1,11% registrado en el mismo período de 2023. Desglosando la métrica por mercados, el arrastre de México es evidente. En este país, el coste de riesgo alcanzó el 3,43%, mientras que en España se quedó en el 0,38%. Y en Turquía también estuvo por encima del mercado doméstico (1,12%).
En Santander, el aumento interanual fue más controlado, desde el 1,13% hasta el 1,18%. Al igual que su competidor, las diferencias entre sus mercados son eminentes. Sudamérica cerró septiembre con un coste de riesgo mucho más alto que Europa (3,55% comparado con 0,35%). En efecto, en el Viejo Continente, el grupo encabezado por Ana Botín redujo su coste de riesgo en nueve puntos básicos. En el resto de bancos españoles, Bankinter incrementó ligeramente su coste de riesgo, desde 0,38% hasta 0,40%. Las otras entidades, CaixaBank, Sabadell y Unicaja lo bajaron.
Morosidad en mínimos
Aunque los bancos permanezcan vigiles, la morosidad sigue en mínimos. Según datos del Banco de España, los créditos morosos alcanzaron un 3,43% en octubre, lo que supone una ligera bajada desde septiembre. Desde que empezó el año, el dato ha ido ligeramente subiendo y bajando, aun quedándose siempre por debajo del 3,70%. La fortaleza del mercado laboral y el desapalancamiento de las familias han dado un respiro a la economía y han contribuido en una caída de los créditos dudosos. Así, la morosidad se queda en niveles muy lejos del 13% registrado a finales de 2013. Aunque ha mejorado mucho, históricamente España se ha anotado una tasa de créditos malos más alta que el resto de Europa, de ahí que la banca tuviera más provisiones en la hucha y, por efecto, un mayor coste de riesgo.
En un ciclo de tipos a la baja, ante una previsible reducción del margen de intereses, la banca está apostando por elevar su volumen en otras líneas de negocio, como en crédito y comisiones. A pesar de tener un potencial impacto negativo en ingresos, la relajación de la política monetaria fue favorable en el pasado con respecto a la evolución del coste del riesgo ante un menor riesgo de impago, recordó el economista y analista financiero Javier Santacruz Cano.
Sin embargo, cree que esta vez los efectos adversos sobre los ingresos podrán ser más evidentes: "Los grandes bancos ya están muy cubiertos con todos los instrumentos híbridos de capital, pero la mayoría de la financiación sigue referenciada a tipos variables".
En su plan estratégico para el próximo trienio, CaixaBank espera que el coste de riesgo permanezca en niveles reducidos, por debajo de 30 puntos básicos.