Banca y finanzas

CaixaBank batirá el 16% rentabilidad en 2027 y distribuirá en dividendos hasta el 60% del beneficio

  • Comprometerá 5.000 millones en inversión tecnológica para apoyar las iniciativas estratégicas
  • Se propone crecer un 4% anual en créditos y recursos de clientes y bajar la morosidad al 2%
 

CaixaBank abre nueva hoja de ruta y aspira a rebasar el 16% de rentabilidad en 2027 en un escenario de tipos de interés a la baja que combatirán con poniendo el pie en el acelerador para captar clientes y aumentar el negocio. Su plan estratégico 2025-2027 proyecta crecer al 4% anual en las principales rúbricas de actividad -crédito y recursos de clientes-, captar 800.000 clientes netos y distribuir al inversor entre el 50 y 60% del beneficio vía dividendos, además de repartir todo exceso de capital que genere por encima del 12,5% CET1 vía dividendos o con programas de recompras de acciones.

Sus proyecciones incluyen un impacto del gravamen que el Gobierno quiere prorrogar similar al sufrido en el último bienio -cercano a 500 millones cada ejercicio, es decir, 1.500 millones durante el plan-. Si decayese el tributo, añadiría "algo más del 1% de rentabilidad anual. Si estamos hablando más del 15%, sería de más del 16%", explicó este martes el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de la hoja de ruta.

El banquero volvió a arremeter contra un tributo que "no nos parece que sea justificado y que vaya a mejorar el crecimiento. Más bien va a ser un impedimento porque es un impuesto al crédito", abundó, sin querer entrar a elucubrar si la entidad mejoraría sus objetivos financieros en caso de que decaiga en el Congreso.

CaixaBank descarta las fusiones y compras en el nuevo plan estratégico. "Nos va muy bien hacerlo de manera orgánica y claramente en este momento el tamaño que tenemos es más que suficiente", afirmó, descartando explorar transacciones para complementar la presencia en regiones donde pueda estar menos representado. "No rotundo", zanjó para España, y también en Portugal, desmarcándose de participar en la venta potencial de Novobanco o BCP.

Una de las grandes claves de la estrategia es apretar la marcha en la captación y generación de negocio para compensar el estrechamiento de los márgenes por la caída de tipos, desplegando numerosas iniciativas comerciales y maximizando los desarrollos tecnológicos. Para ello, el banco va a comprometer 5.000 millones en inversiones durante el trienio en digitalización e innovación (1.000 millones extra a sus programas habituales), con planes para desarrollar las capacidades comerciales y de servicio de la mano de la inteligencia artificial generativa y renovar canales e infraestructuras tecnológicas. En paralelo, proyecta incorporar a 3.000 jóvenes, en su mayoría con perfiles técnicos, para acometer dicha transformación.

Entre las principales metas financieras figura mantener los ingresos pese a la caída de los tipos de interés, con la estimación de que la rúbrica alcance los 16.000 millones en 2027 frente a los 15.500 millones con que cerrará 2024. Espera que las comisiones crezcan a un dígito simple medio al año y los costes en un 4%, precisamente por las nuevas inversiones.

En negocio buscará aumentar el volumen gestionado un 4% al año, con expansiones similares tanto en la parte del crédito como en recursos gestionados de clientes. Su intención es bajar la morosidad desde el 2,7% actual hacia un 2%, manteniendo una hucha de provisiones que cubra al 70% los dudosos, y sujetar el ratio de eficiencia ligeramente por encima del 40%.

En solvencia escala su objetivo desde el 11-12 a un 11,5-12,5%, con el compromiso de invertir cualquier excedente de capital por encima de dicho umbral entre recompra de acciones y dividendos para mejorar la remuneración al inversor (en septiembre su CET1 se situaba en el 12,2%). En dividendos mantiene la política del pay out del 50-60%, aunque sube del 12 al 12,5% el umbral a partir del cual destinará los recursos excedentarios a remunerar al inversor.

Gortázar explicó la subida de la horquilla a que el Banco de España ha impuesto el colchón anticíclico al sector y rehusó cifrar la remuneración total prevista para el accionista en el trienio a diferencia del plan anterior donde el banco comprometió 9.000 millones, que posteriormente elevaría a 12.000 millones gracias a la generación de resultado récord con los tipos. El mercado baraja cifras de entre 10.000 y 12.000 millones con las que podría reeditar esa distribución.

Su reticencia a poner cifra la justificó en un cambio de etapa donde la economía hoy ofrece oportunidades para crecer en negocio e invertir el capital en ese negocio con el objetivo final de lograr mejores resultados y, por derivada, remunerar mejor al accionista: "No lo hacemos porque ahora vemos crecimiento y nuestra rentabilidad ya está por encima del coste de capital y por eso cotizamos por encima del valor contable", elaboró. "Eso quiere decir que, lo mismo que hace tres años era un gran problema porque, al cotizar por debajo, cualquier euro dentro del banco valía menos que fuera (...) Ahora es mucho más rentable crecer y apoyar el crecimiento que repartir el capital", agregó.

Uno de los accionistas es el Estado, con el 18,1% del capital del banco a través del FROB, que ya ha anticipado que su vocación es preservar su cuota de capital, de forma que venderá cualquier paquete de títulos que supere la participación en los próximos planes de recompra de acciones que lance el banco. La Fundación "La Caixa" controla una participación superior al 31,2%.

La nueva hoja de ruta llega tras haber batido las metas que se fijó en el plan 2022-2024 presentado después de la fusión con Bankia. En esa proyección se planteó duplicar rentabilidad hasta situar el ratio calculado sobre patrimonio tangible (RoTE) en el 12%, cuando en septiembre pasado este parámetro alcanzaba el 16,9%; pero también ha mejorado las proyecciones de morosidad -situada en el 2,7% frente al 3% con que ambicionaba cerrar este año-.

Su tasa de eficiencia alcanzó en septiembre el 39,2% cuando su reto era bajarla desde el 58% al 48% y la remuneración al inversor amplió su compromiso desde los 9.000 a 12.000 millones de euros, pagaderos entre dividendos ordinarios y vía recompras de acciones.

Acelerar la marcha del negocio

Con el cambio de la política monetaria del BCE, aspira a mantener su RoTE por encima del 15% de media en el trienio y exceder el 16% al término del plan estratégico, acelerando la actividad. Su previsión es crecer al 4% en un escenario donde augura que los tipos rondarán el 2%, apretando la marcha del negocio: esa aspiración duplica el 2% de aumento logrado en el plan estratégico que ahora acaba en diciembre, como también lo hizo en su hoja de ruta 2015-2018.

En 2019-2021, la expansión alcanzó el 6% en buena parte porque la financiación se disparó de la mano de las líneas de liquidez desplegadas por el ICO para ayudar a empresas y autónomos a encarar la crisis del Covid. Para empujar la actividad a mayor velocidad desplegará diferentes palancas y acciones comerciales, muchas de ellas basadas en innovaciones y mejoras tecnológicas y digitales, en cuyo desarrollo comprometerá 5.000 millones de inversión.

CaixaBank quiere exportar el modelo de gestor híbrido de sus oficinas inTouch a toda su red para que todos los empleados de las sucursales se encuentren equipados para trabajar en remoto o de forma híbrida, además de multiplicar el equipo de gestores especializados e incorporar la inteligencia artificial generativa en favor de una mayor eficiencia en la contratación con clientes. En Imagin incorporará gestores remotos para clientes de alto valor, y rediseñará y modernizará su canal web y apps para atraer nuevo tráfico y clientes.

El objetivo final es potenciar la actividad. Por tipo de negocio, persigue un aumento del 4% en el crédito, que contrasta con el apenas 0,5% del plan estratégico que cerrará este año o el 1,5% del anterior; y en recursos de clientes batirá también el 3% de la hoja de ruta que ahora cierra.

En financiación confía en aumentar un 2% la cartera hipotecaria, un 5% el stock de crédito con empresas y el 6% en crédito al consumo. En recursos gestionados pondrá el acento especialmente en la gestión de activos, donde espera crecer al 6% con un avance también del 3% en los depósitos de clientes.

Su ambición comercial se cimenta en que atisba mejores perspectivas después de que el crédito haya comenzado a crecer después del intenso desapalancamiento protagonizado por familias y empresas en los últimos 15 años. Ve oportunidades además en el crecimiento demográfico -espera aumentos del 1% anual en la población impulsado por la inmigración-, en la mejora de la esperanza de vida y en las posibilidades que se abren para el negocio con la transición energética.

Planteará batalla con programas de vinculación y fidelización para ensanchar su balance y base de clientes, que hoy alcanza los 18 millones de usuarios en España y cuenta con el 36,6% de cuota de mercado en nóminas domiciliadas.

Para maximizar las oportunidades en crédito al consumo, proyecta ampliar las alianzas con partners, por ejemplo, fabricantes de vehículos y lanzar soluciones específicas para diferentes segmentos como los jóvenes. En gestión patrimonial, donde controla un 29,5% de la cuota de mercado nacional, impulsará también herramientas digitales low-cost para clientes particulares y enriquecerá el catálogo, entre otras iniciativas.

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