
Tras una buena racha de grandes beneficios —a menudo por encima de las expectativas—, azuzados por los altos tipos de interés, la banca tendrá que recurrir a otras estrategias para mantener sus ingresos en altos niveles. Ante una esperada relajación de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE), las entidades deberían incrementar sus ingresos en comisiones para compensar una caída de entre el 5% y el 10% del margen de interés, según han advertido los analistas del banco suizo UBS.
Fráncfort ha bajado el precio del dinero ya tres veces en lo que va de año y el mercado espera que la institución monetaria de un paso más este jueves y anuncie un nuevo recorte de tipos. Según UBS, será precisamente la magnitud del ciclo de relajación del BCE en determinar la postura de los analistas hacia las entidades financieras en los próximos meses. "En un escenario de mayor tensión, en el que los tipos se sitúen bastante por debajo del 2%, las rebajas de beneficios serían mayores (alrededor de un 15% de media por cada recorte de tipos de 100 puntos básicos)", han detallado desde el banco suizo.
El equipo de análisis del banco suizo calcula el potencial impacto de una bajada de tipos en 100 puntos básicos sobre el margen de interés. Entre las entidades españolas, Unicaja y CaixaBank salen como las peor paradas al descontar una reducción del 10% cada una, seguidas por Bankinter (-8%) y Sabadell (-4%). Por su parte, BBVA y Santander solo tendrían una disminución del 2%.

Sin embargo, los inversores no deberían dar por sentado el argumento de que unos tipos más bajos implican necesariamente precios más bajos para los bancos. Una política monetaria más laxa impulsaría un crecimiento más rápido del PIB y una mayor demanda de préstamos con menos riesgos de impago y mejores mercados de renta variable y de asesoramiento. "Todo ello es bueno para los bancos si las previsiones de margen de interés son más o menos correctas", han señalado los analistas.
Nuria Álvarez, analista de Renta 4 especializada en banca, ha anotado que el mercado está mucho más negativo con lo que será la cuenta de resultados el año que viene. "Hay muy poco consenso entre los analistas. Está siendo muy difícil crear un escenario base para 2025 debido a la elevada incertidumbre, también por el impacto que tendrán los aranceles de Trump en la economía europea", ha agregado.
El renovado interés sobre las fusiones y adquisiciones en el sector bancario es una buena noticia para su salud. De hecho, en sus perspectivas para este año, UBS había señalado que sería un error descartar fusiones entre grandes bancos. "Son más difíciles de organizar debido a la escala, los problemas de liderazgo y posibles problemas sociales más amplios. Pero a medida que el sector se asienta de nuevo en una base de bajo crecimiento, las grandes operaciones vuelven a ser una de las pocas formas de crear valor sustancial a través de la inversión y la reducción de costes", ha afirmado.
Con todo, UBS estima que en los próximos dos años los beneficios de los bancos serán parecidos a aquellos cerrados este año. Y así, como alerta de que no es correcto suponer que los beneficios de los bancos caerán en un entorno de tipos a la baja, tampoco le parece oportuno ignorar la probable realidad de que casi todos los bancos vayan a crecer de nuevo en 2027.
Con unas valoraciones que se sitúan alrededor de la media europea, UBS aboga por un enfoque más selectivo hacia los bancos españoles, aunque sigue siendo constructivo por la mejora de la rentabilidad que se han apuntado las entidades en el último ejercicio. En estos términos, la banca española está liderando en Europa debido a que su modelo de negocio es más sensible a la subida de tipos, ya que sus carteras están muy sesgadas por clientes con hipotecas, sobre todo a tipo variable. Entre los bancos ibéricos, CaixaBank destaca como el favorito por estos analistas, mientras que Unicaja resulta el menos predilecto.