
El crédito coge velocidad en España coincidiendo con la inflexión a la baja del euríbor y la rivalidad de las entidades por prestar a clientes. La demanda de financiación crece tanto en familias como en empresas, algo que no ocurría desde el ejercicio 2021.
En compañías, la banca interpreta que solicitan más préstamos por unas mayores necesidades para financiar inversiones en activos fijos y existencias y circulante, con un menor uso de financiación interna; mientras que la mayor confianza de los hogares está propiciando un aumento en la petición de hipotecas, donde la disputa de la banca por contratar estos productos está favoreciendo además mejoras en las ofertas.
Son algunas de las conclusiones de la Encuesta de Préstamos Bancarios realizada por el Banco Central Europeo (BCE) entre las entidades financieras para tomar el pulso a la financiación en el segundo trimestre del año y cuyos resultados para España ha divulgado este martes el Banco de España.

El estudio revela que la oferta de crédito a empresas se mantuvo estable y "se contrajo moderadamente para hogares en el segundo trimestre, mientras que la demanda aumentó de forma generalizada".
Las expectativas de la banca es que dichas solicitudes mantengan el auge "de forma moderada en todos los segmentos" durante los próximos meses, pese a que lleva meses reconociendo un endurecimiento en las condiciones de concesión y prevén que se mantendrán en el futuro.
Más operaciones rechazadas
Han dado una ligera vuelta de tuerca a los requerimiento para firmar operaciones hipotecarias "por la menor tolerancia al riesgo de algunas entidades bancarias" y en los créditos al consumo porque observan "un cierto deterioro de las perspectivas económicas generales y de la solvencia de los prestatarios". En empresas dicho parámetro se mantuvo, en cambio, estable.
Aún así, el stock financiado para la compra de viviendas o la cartera hipotecaria de la banca ha vuelto a crecer. En mayo ascendía a 493.352 millones de euros, la cifra más alta del ejercicio aunque todavía se sitúa un 1,84% por debajo de un año atrás.
Entre enero y mayo -últimos datos publicados por el Banco de España-, las entidades financieras han firmado operaciones hipotecarias por valor de 25.618 millones, equivalente a un aumento interanual del 12,15%. En consumo, el saldo financiado a familias se mantiene en cotas superiores a los 178.664 millones con mayor dinamismo en la demanda y firma de operaciones, y en empresas lleva meses alrededor de los 455.000-460.000 millones en saldo financiado.
Esta situación de prevención se tradujo en un ligero aumento de los precios en la financiación al consumo, pese al descenso del euríbor, aunque en las hipotecas se ha reducido por la competencia en las ofertas, y en un aumento de las operaciones rechazadas con hogares (con empresas se mantuvo estable).
Según las estadísticas del Banco de España, las nuevas hipotecas se otorgaron en mayo con una TAE media del 3,59%, inferior al 4,11% de septiembre, cuando el euríbor marcó techo en la actual subida, pero muy lejos del 1,50% al que se concedían en 2021 cuando los tipos de interés en la eurozona estaban al 0%. En ese momento, la TAE de los créditos al consumo era del 7,30% y en mayo se situaban en el 8,63%.
Por tipo de actividad, los criterios se endurecieron ligeramente en los préstamos para actividades inmobiliarias y, en menor medida, en las empresas del sector de la construcción y en las de comercio, manteniéndose sin cambios en las demás ramas de actividad. Esta situación afecta además a las empresas consideradas "marrones" o con actividades más contaminantes, mientras que los criterios de concesión han mejorado para los proyectos y compañías "verdes" y "en transición".