Cualquier día es bueno para ejercitar la mente y destinarla a la reflexión, pero aquellos que con más ímpetu se prestan a ello son los últimos y los primeros días de cada año.
Cualquier día es bueno para ejercitar la mente y destinarla a la reflexión, pero aquellos que con más ímpetu se prestan a ello son los últimos y los primeros días de cada año.
Durante el famoso y parisino mayo del 68, grito de libertad antigaulista, y los movimientos estudiantiles españoles antifranquistas que indicaban el cansancio de una sociedad ante un régimen dictatorial, se escuchaba a voz en grito una consigna que enardecía, emocionaba y alentaba aquella juventud rebelde amante del aire límpido y el pensamiento fluido.
Primera premisa: sin un Poder Judicial independiente no existe una democracia auténtica. Para conseguirla se requiere que sus órganos de gobierno también lo sean, así como los nombramientos de quienes compondrán los juzgados y tribunales.
Ante un problema real como el de la existencia de pocas viviendas a precios asequibles a las familias con rentas bajas, el gobierno catalán ha impulsado, y aprobado el Parlament, una ley que limita las rentas y las estabiliza regulando su incremento.
Este inesperado, prolongado e incierto período de nuestras vidas, continúa desde la primera quincena de marzo.
Es interesante elaborar una reflexión sobre el rey emérito Juan Carlos I y el ex president Jordi Pujol, ambos personajes, por su relevancia, pasarán a la historia de nuestro país.
Hemos vivido una época diferente a nuestra vida anterior, sorpresiva, y al parecer, hemos llegado al final de una primera etapa. Hemos experimentado nuevos métodos existenciales y quizás algunos de nosotros nos hayamos replanteado muchas cosas.
Poco ante de internarnos en este confinamiento inédito, compañeros de los lejanos años de la Facultad de Derecho, me incluyeron en un chat cuya pertenencia nos ha permitido participar en diálogos, pensamientos y noticias, manteniéndonos activos.
Nos acercamos al final de la primera pandemia. Los expertos dicen que se repetirá. Cuando llegue esta segunda ya tendremos algo más de experiencia, tanto los ciudadanos, como los políticos y las instituciones sanitarias.
De esta crisis sanitaria puede nacer un nuevo sistema educativo y España, si lo aprovecha, tendrá la oportunidad de enmendar todas sus carencias y errores cometidos a lo largo de siglos, en este campo de nuestra sociedad.