OPINIÓN

El PRI, partido de izquierdas mexicano que dominó la política y los gobiernos de aquel esplendido país durante más de setenta años y hoy en cierto declive, admitió como costumbre que convirtió en ley, que el Presidente del país, cuando finalizaba su mandato, designaba la persona que le sustituiría durante el próximo mandato en calidad de nuevo presidente.

opinión

Cualquier tiempo es convulso para quien lo vive. Las sociedades y las personas se encuentran en evolución y cambio permanentes y ante nuevas circunstancias y pensamientos, deben encontrarse nuevos acomodos. Equilibrio, desequilibrio.

JUAN CARLOS GIMÉNEZ-SALINAS

Las redes e internet han propiciado la entrada en nuestra intimidad, y de un modo permanente, de noticias de todo tipo sin que conozcamos a ciencia cierta su veracidad.

JUAN CARLOS GIMÉNEZ-SALINAS

Ante la algarabía catalana, los discursos sin rumbo del Govern, la ambivalencia del president Torra, los silencios de sus consellers, las matizaciones de la señora Artadi, las decisiones políticas de Junqueras al desear habitar Bruselas como diputado europeo, el papel de la CUP y de los CDR y los mensajes cáusticos de Puigdemont desde la lejanía, nadie sabe quién es el líder de los independentistas.

JUAN CARLOS GIMÉNEZ-SALINAS

A lo largo de mi vida he conocido un tipo humano, especialmente de género masculino, que por su modo de hacer en la vida lo califico como prescindible, dada su nula aportación a la colectividad y su egocentrismo radical. Lo denomino depredador.

JUAN CARLOS GIMÉNEZ-SALINAS

La incapacidad de reacción del Gobierno del PP ante todos los problemas que se le presentan, excepto los económicos, ha provocado esta grave situación en la que nos encontramos.

FIRMAS CATALANAS

En este medio y a los pocos meses de que Ada Colau comenzase a ejercer como alcaldesa de Barcelona, elogié esperanzado su figura y su talante.

FIRMAS CATALANAS

OPINIÓN

Actitudes que reflejan los rostros de los españoles ante el acontecer diario de los políticos catalanes. 

Juan Carlos Giménez-Salinas

El resultado de las elecciones catalanas arroja una premisa, ningún partido político, ni personaje público, puede hablar en nombre de los catalanes y de Cataluña. Ahora se aprecia que los catalanes piensan de muy diversa manera. No existen mayorías suficientes para ostentar la fuerza suficiente para hablar en nombre de un pueblo. Asumida esta realidad por los ciudadanos, también deben asumirla los políticos. Los partidos que defendían el independentismo deben aceptar que no conseguirán a corto o medio plazo una mayoría social suficiente que apoye sus objetivos y los que desean continuar como hasta ahora, no pueden arrojar a los políticos defensores de la DUI, porque carecen de representación suficiente.