En 2012, bajo la presidencia de Artur Mas, se inicia en Catalunya un movimiento independentista que posteriormente se denominó procés. Convergència, partido hegemónico durante muchos años, liderado por Jordi Pujol, inicia un fuerte declive. Para intentar frenarlo, las mentes pensantes del partido inician un nuevo frente independentista apoyadas por entidades civiles afines.