El Govern de la Generalitat acaba de aprobar un decreto que enmienda y amplía uno anterior sobre el mismo tema y que por discrepancias estuvo paralizado desde el primer día. Vaya por delante que Cataluña es una de las autonomías más atrasadas con respecto a la instalación de energías alternativas, y la eterna discusión en el seno de nuestra sociedad y de nuestra clase política ha sido si preservar nuestro querido paisaje o bien ensuciarlo mediante placas solares y molinos de viento. Con la primera opción, nuestra dependencia energética es total, y con la segunda, podríamos llegar a tener un país autosuficiente.