Jefa de Redacción de Bolsa & Inversión de elEconomista

El Ibex cotiza desde este lunes con 34 valores de manera temporal, tras la salida de MásMóvil. Pero no se conocerá el nombre de la empresa que ocupará el puesto 35 hasta el próximo 7 de octubre, a expensas de lo que suceda con la opa lanzada por Lorca Telecom (el consorcio de fondos de capital riesgo formado por KKR, Cinven y Providence) y de si finalmente es excluida de bolsa, como el mercado ya descuenta. Si, como se espera, la teleco no regresa al índice, Solaria se ha convertido en la candidata con mayores opciones.

El Ibex 35 volverá a contar solo con 34 valores de forma temporal a partir del próximo 14 de septiembre. El comité que cuida del índice no ha querido esperar más y anunció este jueves que excluirá a MásMóvil hasta conocer los detalles de la opa lanzada por KKR, Cinven y Providence, cuyo plazo de aceptación finaliza el 11 de septiembre. Su regreso o la incorporación de un sustituto se decidirá en una reunión extraordinaria el 7 de octubre y dependerá de los resultados de la oferta, ya que el objetivo final de estos fondos es excluirla del parqué. Su salida abre más las puertas a Pharma Mar, que ya cumplía con todos los requisitos para la revisión trimestral convocada para el día 10.

La pandemia del Covid-19 ha revolucionado los hábitos de la sociedad y coloca a la industria de las telecomunicaciones en un lugar clave ante la ahora aún más necesaria conectividad. Sin embargo, no es precisamente un sector que esté despuntando en bolsa este año. Incluso está perdiendo peso entre las principales cotizadas de la Eurozona. Muestra de ello es que el EuroStoxx 50 dejará de tener entre sus miembros a dos telecos, Telefónica y Orange, reduciendo la representación del sector a Deutsche Telekom entre las 50 mayores empresas de la región a partir del próximo 21 de septiembre.

Las grandes cotizadas españolas pierden peso entre los gigantes europeos. Telefónica y BBVA abandonarán el EuroStoxx 50, el índice bursátil que reúne al medio centenar de empresas de la Eurozona más grandes por capitalización, al cierre del 18 de septiembre tras una revisión histórica. Esta salida, confirmada este martes, llega después de las importantes caídas en bolsa que ambas arrastran y provoca que muchos fondos pasivos que replican a este índice tengan que retirarlas de sus carteras.

El verano no es la estación del año preferida por las grandes cotizadas europeas para remunerar a sus accionistas. La mayoría de dividendos, concentrados en muchos casos en un único pago anual por parte de las compañías, se reparten, principalmente, durante la primavera. Este año, ya solo quedan tres entregas confirmadas antes de que concluya el verano por parte de las 50 grandes empresas que conforman el principal índice de la zona euro, el EuroStoxx 50. En las próximas semanas, retribuirán a los inversores Fresenius, Deutsche Post y Linde.

Telefónica y BBVA fueron dos de las cinco cotizadas españolas -junto a Banco Santander, Endesa y Repsol- que hace más de 20 años formaron parte del medio centenar de compañías con las que nació el EuroStoxx 50. Ambas siempre han pertenecido al índice que se ha convertido en la referencia clave de la región y, por primera vez, las dos se encuentran en una situación delicada tras perder buena parte de su valor bursátil. La teleco es la segunda candidata europea para ser excluida y el banco es el quinto, en una revisión que se presenta convulsa al poder producirse numerosos cambios. Telefónica y BBVA se juegan su plaza en la próxima revisión anual de septiembre en función de lo que ocurra en los mercados durante el mes de agosto.

La falta de liquidez se ha convertido en uno de los grandes problemas para las empresas ante el parón económico provocado por el Covid-19. El Banco de España cuantifica que siete de cada diez compañías españolas necesitará financiación hasta final de año, según un informe de este mes de agosto. El Gobierno ha intentado paliar la necesidad de recursos financieros mediante avales públicos articulados a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), pero las empresas, cotizadas o no, también tienen en los mercados una vía adicional.

Es agosto, y con él los movimientos de los inversores se reducen drásticamente. La negociación en la bolsa española ha bajado una media del 35% ese mes en la última década respecto al promedio del resto del año. En los primeros días de agosto, ya se observa esta tendencia entre los grandes valores del Ibex 35.

Las bolsas anticiparon, con derrumbes históricos en febrero y marzo, las graves consecuencias que produciría el Covid-19 sobre la economía y las empresas. Con el almanaque ya agotando julio, en el parqué español todavía queda mucho camino para que la mayoría de cotizadas borre las fuertes caídas del año.