El ex ministro de Fomento atraviesa el verano más complicado de su vida. Imputado por cuatro delitos (organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación) en el Tribunal Supremo, es considerado una de las figuras clave del Caso Koldo y la investigación todavía no ha finalizado. Su futuro es incierto pero se presume oscuro y sobre ello reflexiona desde el Cabo de Gata, donde ha encontrado refugio estos días.