Redactora de mercados, con el foco puesto en las finanzas personales y en los fondos de inversión.

El dinero entró a espuertas en los fondos de inversión en 2023, a pesar de que la industria mostraba cierto temor al regreso del depósito a comienzos de año. Pero la guerra por captar pasivo nunca llegó, a pesar de que el precio oficial del dinero subió rápidamente. Los grandes bancos prefirieron seguir centrados en la venta de fondos, sobre todo de tipo conservador. Y la estrategia fue un éxito, especialmente para ciertas gestoras, como la del Santander o la de Ibercaja, que se llevaron un tercio del dinero nuevo captado por la industria el año pasado en fondos.

Los fondos de inversión han exprimido también el buen año de bolsa que se ha vivido en 2023. En España se venden unos 260 productos de renta variable global gestionados de forma activa (se identifican porque al menos un 60% de sus carteras están descorrelacionadas de sus índices de referencia). Y el 97% despide el ejercicio en positivo, según datos de Morningstar, hasta el 21 de diciembre. De esa lista, muchos fondos pertenecen a gestoras españolas. Sólo estos últimos vehículos consiguen rentabilidades medias del 13% desde enero.

Los beneficios seguirán sujetando el año que viene a una renta variable que tiene en su mano romper con la maldición de los años pares (el mercado cedió en 2018, 2020 y 2022, y subió en los impares). A finales de 2022, la mayoría de estratégicos apuntaban a que este ejercicio sería bueno para la renta variable, especialmente tras el desastroso año que resultó ser 2022. Las teorías apuntaban a ganancias para los principales índices que no llegaban al doble dígito, pero que se acercaban. Se quedaron cortos.

Hace semanas que la banca empezó a recortar la rentabilidad que ofrece en sus depósitos bancarios. Con el inicio de las bajadas de tipos marcado ya en el calendario de 2024, aún sin fecha exacta, los plazos fijos con rentabilidades superiores al 3% cada vez serán más difíciles de encontrar. Sin embargo, los ahorradores más conservadores todavía pueden garantizarse esta rentabilidad y olvidarse de renovar durante un año, puesto que nueve productos aún conservan rendimientos superiores al 3%.

La suerte del inversor de perfil más conservador ha cambiado este año. Ha sido el primero de muchos en el que ha tenido la posibilidad de elegir entre distintos activos que ofrecían rentabilidades razonables sin asumir demasiado riesgo. En ese abanico de opciones se encuentran los depósitos, las letras o incluso la deuda pública de mayor duración, que en la recta final del año ha vivido un rally propiciado por el fin de un ciclo de subida de tipos y por la idea que cotiza en el mercado de que éstos bajarán en la primera mitad de 2024. Este nuevo escenario se ha notado en las rentabilidades que consiguen este tipo de inversores este año, que son las más elevadas de la última década.

Ha sido un año histórico de bolsa, con ganancias de doble dígito en muchos índices, a pesar de que las expectativas sobre la bolsa eran bajas en enero. Esto ha permitido que los fondos de inversión que buscan oportunidades a nivel global y son gestionados de forma activa logren ganancias medias del 13,8% desde enero, según los últimos datos disponibles en Morningstar. Pero hay un pequeño grupo de productos que obtienen rendimientos muy superiores a esta cifra, y algunos de ellos tienen sello español.

A falta de una semana para acabar el año, diez fondos de bolsa española gestionados de forma activa se apuntan rentabilidades superiores al 20% desde enero, según datos de Morningstar, hasta el 19 de diciembre. Uno de los últimos en conseguir rebasar esta cifra pertenece a Mapfre:Fondmapfre Bolsa Iberia ha asaltado los diez primeros puestos de la clasificación que reúne este tipo de fondos (se identifican porque al menos un 60% de sus carteras están descorrelacionadas del índice de referencia).

La renta variable ha superado las expectativas que se vertían sobre ella a principios de año. En enero, poco invitaba a pensar que muchos índices bursátiles terminarían el año con rentabilidades de doble dígito. Gran parte de la subidas se han conseguido en la recta final de 2023, y han estado propiciadas por la idea de que las subidas de tipos llegan a su fin. Pese a este rally, la mayoría de informes de bancos de inversión telegrafía que las valoraciones de las bolsas todavía son atractivas de cara al año que viene porque estarán apoyadas en la recuperación de los resultados empresariales, en un crecimiento del PIB suficiente, que no elevado, y en unos tipos de interés a la baja. Para el inversor que quiera tener exposición a bolsa, elEconomista.es ha seleccionado los fondos de inversión más brillantes en rentabilidad a largo plazo, concretamente en un periodo de cinco años.

La rentabilidad de algunos depósitos a plazo fijo ha empezado a bajar. Este cambio de tendencia se produce después de que el ciclo de subida de tipos de los bancos centrales se acabe. El primer recorte podría llegar en 2024, y algunos bancos se han anticipado y han reducido el interés que ofrecen por su pasivo. Entre ellos se encuentran Banco Finantia, Banco BiG y Banca March.

Desde este mismo año los autónomos tienen un producto específico para ahorrar para la jubilación y complementar la pensión pública. Se trata de los planes de pensiones de empleo simplificados (PPES), que además han sido diseñados con comisiones muy competitivas. Gracias a este nuevo vehículo de ahorro y a los planes de pensiones individuales, los autónomos tienen la opción de hacer aportaciones desgravables de hasta 5.750 euros. Pero es una posibilidad que muchos desconocen, según los expertos que participaron en el Observatorio celebrado en elEconomista.es, bajo el título Nuevos planes de pensiones para autónomos, con la colaboración de Ibercaja. Consideran que se necesita una mayor divulgación para concienciar a la población de la necesidad de ahorrar para complementar la pensión pública.