El dinero entró a espuertas en los fondos de inversión en 2023, a pesar de que la industria mostraba cierto temor al regreso del depósito a comienzos de año. Pero la guerra por captar pasivo nunca llegó, a pesar de que el precio oficial del dinero subió rápidamente. Los grandes bancos prefirieron seguir centrados en la venta de fondos, sobre todo de tipo conservador. Y la estrategia fue un éxito, especialmente para ciertas gestoras, como la del Santander o la de Ibercaja, que se llevaron un tercio del dinero nuevo captado por la industria el año pasado en fondos.