Bolsa, mercados y cotizaciones

La rentabilidad que obtiene el inversor conservador es la más alta de la década

  • Las carteras más cautas se revalorizan un 6,24% este año
  • El año pasado encajaron las mayores pérdidas de los últimos 30 años
Imagen: Dreamstime.
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La suerte del inversor de perfil más conservador ha cambiado este año. Ha sido el primero de muchos en el que ha tenido la posibilidad de elegir entre distintos activos que ofrecían rentabilidades razonables sin asumir demasiado riesgo. En ese abanico de opciones se encuentran los depósitos, las letras o incluso la deuda pública de mayor duración, que en la recta final del año ha vivido un rally propiciado por el fin de un ciclo de subida de tipos y por la idea que cotiza en el mercado de que éstos bajarán en la primera mitad de 2024. Este nuevo escenario se ha notado en las rentabilidades que consiguen este tipo de inversores este año, que son las más elevadas de la última década.

En concreto, las carteras de los perfiles más conservadores suben de media un 6,24% este ejercicio, según datos de Morningstar –este dato refleja el rendimiento que obtienen los fondos mixtos más cautos–. Para encontrar la última vez que lograron rentabilidades similares es necesario remontarse a 2013 (ver gráfico). Entonces cerraron el año con retornos medios del 6,3%, muy similares a los de ahora.

La otra cara amable de este resultado es con ese 6,24% han podido batir incluso a la inflación subyacente (que calcula la variación de los precios sin tener en cuenta los de la energía y el de los alimentos no elaborados), algo que hasta septiembre solo estaba al alcance de los inversores más agresivos que destinan la mayor parte de su dinero a la bolsa. Este indicador se ha moderado hasta el 4,5%, según el último dato disponible, a cierre de noviembre, mientras que la tasa general se encuentra en el 3,2%. Esto se traduce, en la práctica, en una rentabilidad real del 3% para los más cautos.

El año este tipo de inversor vivió una auténtica pesadilla. Si por definición es reacio a asumir riesgo, el año pasado tuvo que encajar las mayores pérdidas de al menos los últimos 30 años ocasionadas por una de las subidas de tipos más rápidas de la historia (ante ella, el precio de los bonos y de la bolsa sufrió un ajuste sin precedentes y ambos cayeron a la vez).

Pero el buen resultado de este año ha sido posible por el giro de última hora de los bonos, que han reflejado en sus precios las inminentes bajadas de tipos de interés que descuenta el mercado bajo la mirada incrédula de muchos analistas. "Pensamos que las bajadas se demorarán hasta la segunda mitad del próximo año, permitiendo con ello al BCE continuar con su enfoque data-dependent que le dote de suficiente base analítica sobre perspectivas de inflación, dinámicas de inflación subyacente y fortaleza de trasmisión de la política monetaria en un entorno de debilitamiento económico creciente", opina el equipo de análisis de Norbolsa.

Hasta mediados de octubre, una cartera de renta fija mundial perdía casi un 4% en el año, a pesar de las favorables expectativas sobre la renta fija que existían en enero. Pero a partir de octubre, su precio empezó a subir, a medida que llegaban señales que apuntaban a que los tipos de interés habían tocado techo. Hoy el saldo de los principales índices de renta fija de Bloomberg y Barclays es positivo, con rentabilidades que oscilan entre el 3,6% y el 13,6%, en función del riesgo asumido.

Además de que la renta fija ha salvado el partido, también ha sido un año histórico de bolsa. Buena parte de los índices se apunta rentabilidades de doble dígito, y esto ha permitido que los mixtos con mayor proporción en este activo se apunten ganancias medias del 12,22% en 2023, que son las más elevadas desde 2019. Entonces, los inversores agresivos consiguieron retornos medios de casi el 16%. En el caso de los perfiles más moderados, las ganancias también rozan el 10%este año, algo inédito desde 2013 también.

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