La salida a bolsa de Ibercaja lleva sobrevolando el mercado en los últimos años, sin terminar de culminar, pero el escenario actual no se parece al que manejaba la entidad para dar el salto al parqué hace unos meses. La principal diferencia es que el carácter de obligatoriedad que entonces tenía esa OPV (oferta pública de venta) ha pasado a ser meramente voluntario, ya que la exigencia que la EBA (Autoridad Bancaria Europea) le imponía a la Fundación (que controla el 88% del capital de Ibercaja) de salir a bolsa si no era capaz de dotar en 310 millones de euros su fondo de reserva ya está cubierto a un 83%.