Redactora de elEconomista
POLÍTICA

El plan inicial de Pedro Sánchez de formar "un gobierno progresista y coherente", en coalición con Unidas Podemos ha empezado a torcerse de manera significativa. El último contratiempo ha venido este jueves de la mano de Quim Torra, quien está poniendo muy difícil que ERC se abstenga en la investidura del candidato socialista, si éste no se compromete a una mesa de negociación bilateral previa, con "relator" y con "contenidos". Torra ha afirmado que no será candidato en las próximas elecciones.

POLÍTICA

El Partido Popular ha virado unos grados su discurso. En el día en el que se conocía la sentencia de los ERE, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, pedía explicaciones al presidente en funciones, Pedro Sánchez, al que da por "desaparecido". Pese a las críticas que vertió sobre su actitud, en ningún momento se atrevió a verbalizar la petición de dimisión del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, y es más, siguió hablando de mano tendida y de una formación política a la que le importa más España que su propio partido. Reacciones políticas

Preguntar por el caso de los ERE en un colegio puede ser tan surrealista y osado como preguntar por ETA o por Franco. Los jóvenes de hoy desconocen la historia de su país con una ignorancia tan supina que sonroja.

Justicia

Después de nueve años, la Audiencia Provincial de Sevilla dará a conocer este martes, a partir de las 12 de la mañana, el fallo judicial del mayor caso de corrupción política de la reciente historia de la democracia. Se trata del caso de los ERE, donde 21 ex altos cargos socialistas de la Junta de Andalucía se han visto involucrados por el uso irregular de un fondo de 680 millones de euros, el mayor volumen de dinero público bajo sospecha.

POLÍTICA

El preacuerdo de Gobierno, firmado este martes entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha caído como una bomba de relojería en el mundo económico, más que por los 10 puntos que recoge el documento en sí -y que no dice gran cosa-, por la letra pequeña y por los programas económicos que hay detrás de Unidas Podemos, en mayor medida, y del PSOE, en menor.

Política

Después de los fuegos de artificio que ha desencadenado el anuncio del preacuerdo de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, llegó la reflexión, el conocimiento de la letra pequeña. Y es que la alianza nacida al calor de Moncloa solo puede fraguarse si fuerzas independentistas como ERC y EH Bildu votan a favor en la primera sesión de investidura, o se abstienen en la segunda, porque lo que parece claro es que ni PP ni Cs están dispuestos a que este plan salga adelante. ERC mantiene su 'no' a Sánchez

La elección de Nadia Calviño como futura vicepresidenta del Gobierno de la izquierda nace con una doble virtualidad: por un lado, enviar un mensaje de confianza a Europa, correlativo a la intención del Gobierno socialista de trabajar en el rigor presupuestario, en el control de las cuentas públicas y en la reducción del déficit y la deuda pública, y por otro, recordarle a Unidas Podemos que quien tiene autoridad económica es Calviño, la ministra más alejada de los postulados podemitas, como supervisora de sus propuestas económicas más díscolas, explican a elEconomista fuentes del Grupo socialista en el Congreso.