Excesivo poder en manos de Iglesias

La negociación entre los técnicos del PSOE y Podemos aún no se inició. Por ello, está pendiente la concreción del muy genérico preacuerdo de Gobierno que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron. Con todo, a tenor de lo que ya negociaron tras las elecciones de abril, todo indica que los ministerios económicos más sensibles (como Hacienda, Economía e Industria) quedarían bajo la dirección de los socialistas.

En consecuencia, Podemos se centra en reclamar departamentos como Transición Ecológica, Sanidad, Universidades y tener representación, seguramente con una Secretaría de Estado, en Trabajo. Constituiría un error considerar que se trata de ministerios de menor categoría, incapaces de ejercer una gran influencia en la coyuntura económica. En conjunto, otorgar estas competencias al partido morado supone confiarle el control de 16.500 millones de recursos públicos a un partido sin ninguna experiencia en gestión estatal.

Sus posibles competencias en política energética, sanidad o empleo no son secundarias y pueden crear perjuicios

Pero mayor calado aún tienen los efectos colaterales de sus decisiones en algunos de estos departamentos. No debe olvidarse que Transición Ecológica define las políticas energéticas y sus mensajes tienen una influencia inmediata en una industria clave para el PIB como es el automóvil. El hecho de que muchas competencias de Sanidad estén transferidas no debe llevar a engaño. Aún es posible que su futuro titular siga eliminando copagos y propiciando la ampliación de coberturas, pese a la crítica situación del sistema público. Por último, resulta factible que Podemos presione para desactivar los últimos pilares de la reforma laboral. No se trata, por tanto de competencias secundarias. Basándose en ellas, Iglesias puede acumular aún poder económico excesivo en un momento delicado para el PIB.

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