A pesar de descubrir que las cuentas de Caher eran falsas, los actuales accionistas de la compañía apuestan por mantener su actividad. La firma de servicios de marketing presentó concurso de acreedores en octubre y en enero aplicó un expediente de regulación de empleo (ERE) para 64 personas por unas deudas de 27,9 millones de euros. No obstante, trata de evitar la liquidación gracias a los contratos firmados con Danone y Coca-Cola y negocia con Caixabank una quita de su pasivo.