Celsa vuelve a registrar pérdidas en el último año. La compañía anunció en 2023 unos beneficios de 459 millones de euros debido a los efectos de la reestructuración de deuda con la que los fondos accedieron al capital, pero en 2024 retornó a los números rojos. La siderúrgica con sede en Castellbisbal (Barcelona) no es inmune a la crisis del acero que, sumada a la dificultad de trasladar el ebitda a un resultado neto positivo, llevó a la firma a dejarse 23 millones de euros.