
En su 130 aniversario, Sanmy –la embotelladora de refrescos más antigua de España- prepara su salto al extranjero. La compañía familiar catalana, que cerrará 2025 con unas ventas de 21 millones de euros, ya trabaja en aterrizar en mercado europeos, como Italia y Portugal, o en Latinoamérica. El objetivo: acelerar el crecimiento que en 2028 el 25% de los ingresos ya se produzcan internacionalmente.
La directora general de la firma, Pilar Puértolas, explica a elEconomista.es los planes de expansión de la embotelladora, centrada originalmente en el sifón. "Hoy es un producto más dentro de un portafolio de 600 referencias", explica. La compañía embotella y distribuye para terceros como tiene sus propias marcas propias, como pueden ser Sanmy, Geiser, Sani, La Perla y Marenostrum.
La internacionalización llegará de la mano de las nuevas líneas construidas en su fábrica de Terrassa, que les permite ofrecer tanto latas como botellas de cristal de 33cl y 20cl. La empresa invirtió 6 millones de euros para ampliar su capacidad que, asegura la dirigente, les da margen para crecer por cuatro años.
Estos nuevos formatos, más pequeños frente a los sifones tradicionales, facilitan la exportación a nuevos mercados, sostiene Puértolas. "Hasta ahora habíamos sido reactivos, pero ahora empezaremos a ser proactivos", advierte. Europa, con países como Italia y Portugal a la cabeza, y Latinoamérica son los dos continentes señalados en el mapa. El objetivo final: que un cuarto de las ventas en 2028 se genere fuera de España.
Pero Sanmy no solamente trabaja como embotelladora, también ejerce de distribuidora en el país de marcas internacionales. "Son dos negocios diferentes, pero ambos claves", compara.
Así, en lo que va de año ha cerrado tres nuevos acuerdos: el agua vitaminada Viwa, la holandesa Nightwatch Energy Drink y Surprise Drinks. La compañía quiere potenciar esta división y está reforzando el equipo con nuevas contrataciones.