GIC, el fondo soberano de Singapur, arranca su desinversión en Grifols. El inversor asiático inyectó 839 millones de euros en la cotizada hace casi dos años a cambio de una participación en Biomat, su filial estadounidense de centros de obtención de plasma. Con la operación, la firma incluyó una cláusula de salida parcial que se podía activar a partir de 2023 si así lo deseaba. Y en la primera ventana en la que ha tenido la posibilidad, la ha ejecutado: la empresa catalana deberá pagarle 47,2 millones de euros para recomprar parte de los títulos que le vendió.