
Enerside cerró un 2022 con dos caras. La cotizada catalana perdió 13,7 millones de euros en su primer año en bolsa e incumplió las previsiones realizadas al debutar en los parqués. Sin embargo, sí logró superar el objetivo de ventas con una facturación de 43 millones de euros y revalorizó sus instalaciones fotovoltaicas en 70 millones. Así, le gustaría que esa mejora del activo pudiera anotársela en la cuenta de resultados del mismo modo que pueden hacer las socimis como Colonial o Merlin Properties.
En un encuentro con periodistas, Joatham Grange fundador y consejero delegado de la compañía, expresó su voluntad de que la revalorización de las infraestructuras solares que construye y gestiona pueda traducirse en beneficios al ser una mejora de los activos. "En el sector inmobiliario hay empresas que ya lo pueden hacer y en el mundo anglosajón ya se comienza a aplicar", señaló el dirigente.
Con este cambio normativo, la cotizada en el BME Growth podría haberse anotado la revalorización lograda, calculada por una big four, al beneficio. Según los cálculos de esta auditora, el precio de mercado de sus instalaciones saltó un 42% hasta los 236 millones; 70 millones más de lo que valía antes de su salida a bolsa, en marzo de 2022.
Enerside está especializada en la adquisición, construcción y desarrollo de parques fotovoltaicos. Su práctica habitual es adquirir activos en fase muy incipiente y desarrollarlos prácticamente desde cero. Por ello, no se puede anotar su valoración en el balance, aunque sí les sacará un rédito completo en el momento de una venta. Al ser proyectos que se construyeron casi al completo el importe recogido irá todo al beneficio neto.
Enerside registró un Ebitda de -11,4 millones frente a los 3 millones positivos que proyectaba en su debut bursátil
Al no poder hacerlo, la compañía presidida por Anna María Birulés se anotó unas pérdidas de 13,7 millones de euros con un Ebitda negativo de 11,4 millones por los costes de la expansión. Los números rojos multiplican los 295.000 euros que se dejó en 2021. Estas cifras contrastan con el Ebitda positivo de 3 millones que se prometió al mercado. No obstante, las previsiones se incumplieron debido a que se aplazó la venta de una serie de activos en Italia a la espera de sacarles un mejor rendimiento.
El resultado quedó impactado también por unos costes de 2,3 millones por la salida a bolsa y unas provisiones de 2,8 millones de euros realizadas por la subida de costes, que afectará a la rentabilidad esperada de algunos parques solares en construcción.
La compañía sí rebasó sus objetivos de facturación, que eran de 40 millones, con unas ventas de 43 millones de euros. Se consiguió a pesar de no haber vendido ningún desarrollo listo para construir, como sí sucedió en 2021, cuando se deshizo de 280 MW del proyecto Ribeiro Gonçalves en Brasil. La mayor parte de los ingresos procedieron del negocio de construcción para terceros, que aportó 31 millones. El resto procedió de la actividad en instalaciones propias.
Enerside con 7,3 GW en cartera
Hoy Enerside contaba al cierre de ejercicio con una cartera de proyectos de 5,5 GW, uno más que hace un año, repartidos principalmente entre España, Italia, Brasil y Chile. En lo que va de 2023, la cartera ya se incrementó hasta los 7,3 GW con la firma de una joint venture con la italiana Alternative Green Energy Italy.
La compañía no da previsiones económicas para este año, pero sí mantiene los objetivos de 2025: un Ebitda de 50 millones gracias a los 1.000 MW de instalaciones propias y 100 millones de euros generados con la venta de activos. Para alcanzar estas cifras proyectan una inversión de 800 millones -invirtió 48 millones en 2022- y no descarta realizar nuevas ampliaciones de capital para obtenerlos, así como vender parte de sus activos.
Sobre la llegada de los beneficios, los ejecutivos de la firma no se pronuncian. "No contemplamos dividendos a corto plazo", despeja Grange, con el ejemplo de Cellnex –que lleva años en pérdidas por su crecimiento- en la cabeza.