Los fondos europeos han vuelto a recuperar la marca de los 100.000 millones de euros en captaciones netas en junio, un nivel que no habían vuelto a tener desde principios de año y que en abril habían estado a punto de alcanzar, según los últimos datos de Efama, la asociación europea del sector. Con este volumen de entrada neta de dinero han conseguido recuperarse prácticamente de los 313.000 millones de euros que vieron salir durante marzo, cuando se dejaron notar de manera acusada las consecuencias de las caídas de los mercados por la pandemia del Covid-19. De esta forma, los fondos consiguen flujos netos en el año por valor de 93.900 millones de euros.

En los últimos años la inversión en fondos ha ganado protagonismo en las carteras de los inversores europeos. La nula o reducida rentabilidad que pueden ofrecer los tradicionales depósitos en un entorno de tipos de interés bajo mínimos ha llevado a las entidades financieras a potenciar este segmento de negocio. Una tendencia que se ha producido al mismo tiempo que conceptos como cambio climático, digitalización o biotecnología se apoderaban de los nuevos lanzamientos de productos de las firmas de inversión, al calor de un mayor interés por parte de los inversores en atender cuestiones que hace unos años no suscitaban tanta atención.

Los fondos de renta fija se han convertido en una de las opciones favoritas de los inversores, solo por detrás de los de rentabilidad objetivo, indexados y los de renta variable internacional. Hasta julio llevaban acumulados 437,5 millones de euros en captaciones netas, según los últimos datos de Inverco, y en ese mes fueron con diferencia los que más dinero neto captaron, con más de mil millones de euros.

La debilidad del dólar ha abierto una oportunidad para aquellos inversores interesados en incorporar a su cartera activos denominados en el billete verde. Para una empresa exportadora que quiera disponer de parte de su efectivo en dólares para operaciones de tesorería o para una familia que tenga pensado mandar a estudiar a sus hijos a Norteamérica en alguna facultad de renombre, obtener más dólares por menos euros es una operación rentable en este momento, teniendo en cuenta que los analistas más optimistas incluso sitúan el cruce en 1,23.

captan 69.000 millones de euros

La remontada que llevan las bolsas europeas (el EuroStoxx recupera un casi un 40% desde mínimos) en los últimos meses no ha sido un acicate suficiente para que los inversores europeos se hayan decidido a entrar en renta variable de forma masiva. Al contrario, han decidido adoptar la fórmula de esperar y ver, como se comprueba con los datos de flujos netos de Refinitiv Lipper de julio. En ese mes, los fondos monetarios han acaparado la mayor parte de entradas de dinero, con 69.000 millones de euros, del total de 111.200 millones que sumaron al principio del verano.

Las bolsas han experimentado un notable impulso en los últimos meses que les ha llevado a reponerse de las fuertes pérdidas que experimentaron desde mediados de marzo por el 'Covidcrash'. El Euro Stoxx 50 ha remontado casi un 13%, mientras que el Dax ha despuntado un 15,15% y el Cac francés, un 10,22% Estas subidas han permitido a estos índices rebajar las caídas al 12,82% en el caso del EuroStoxx, y al 15,95% y el 18,05% en el caso de las bolsas alemana y francesa.

La paralización de la economía global por la pandemia del coronavirus afectó a muchos activos, entre ellos el cobre, cuyo precio cayó en picado por la imposibilidad de atender la demanda, sobre todo de su gran cliente, China. Pero la reactivación económica del gigante asiático y la escasez de oferta han hecho que el precio del tercer metal más usado en el mundo (por detrás del hierro y el aluminio) haya vuelto a situarse en los 3 dólares, un nivel que no había vuelto a ver desde junio de 2018.

Tendencia, moda o marketing, lo cierto es que la inversión con criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (más conocidos por sus siglas ASG) se ha convertido en un fenómeno imparable en el mundo de la inversión. Un buen ejemplo se encuentra en Estados Unidos, donde los fondos con sello verde han captado en el primer semestre casi todo lo que consiguieron el año pasado, con un volumen de casi 21.000 millones de dólares, de los que la mayor parte se ha dirigido a fondos pasivos.